Hijos, víctimas de peleas de los padres

  • Actualizado: 22 ago 2013

San Pedro Sula. Algunos padres utilizan a sus hijos como mensajeros en sus peleas o como “el conejillo de Indias” en quien descargan el enojo y frustración que sienten por su pareja, sin darse cuenta que se trata de maltrato emocional hacia los menores.

La escritora de origen español Carmen Serrano, casada y madre de tres hijos, presenció una escena de este tipo y fue lo que la impulsó a escribir el libro Aquella tristísima frase infantil, mediante el cual pretende alertar a los padres para que eviten esta forma de maltrato con sus hijos, y sean verdaderos padres, en vez de simples progenitores.

¿A qué niños les sucede?

Es el maltrato más sutil y dañino que se les puede hacer, afirma Serrano. “Es imposible que crezcan emocionalmente si oyen frases de sus padres hacia ellos desde pequeños. ¿De qué les sirve tener el estómago lleno si sienten que las peleas de sus progenitores las provocan ellos y no se producirían si no hubieran nacido?”, agregó.

Le sucede sobre todo a los hijos -biológicos o adoptados- de padres separados o divorciados, que están en vías de separación o divorcio, y a veces los de aquellos que mantienen su vínculo legal o siguen conviviendo, pese a que su relación está plagada de tensiones y se ha transformado en un campo de batalla.

La autora señala en su libro que: “No sentirse querido por los que un día decidieron traernos a este mundo es lo que más dolor y desequilibrios emocionales causa en los niños”.

A su juicio, “utilizar a los hijos en una separación es una injusticia porque muchos de los adultos que la cometen encontrarán más tarde o temprano otra pareja, pero al niño le dejan marcas para toda la vida y le roban esos pocos años que dura la infancia.