REDACCIÓN. Las ollas y sartenes son elementos esenciales en nuestra cocina, y pese a que suelen ser caras, muchas veces no les brindamos el cuidado necesario para que se mantengan en buen estado por más tiempo.
Cuidar tus sartenes no solo te ayudará a ahorrar dinero y aprovechar mejor tus alimentos, sino también le aportará orden y elegancia a tu cocina.
Para ello, presta atención a los siguientes consejos:
1. No utilices cucharones metálicos: no hay nada peor para la sartén que rallarla con un tenedor o un cucharón metálico, ya que estos destrozan el antiadherente. Lo correcto es tratar con plásticos o de madera.
2. No mojes la sartén tras terminar de cocinar: los cambios bruscos de temperatura afectan al antiadherente, le quitan sus propiedades, lo que causa deformación o que se rompa el difusor de calor en caso de que lo tenga.
3. No la dejes mucho tiempo en el fuego: si bien es cierto que muchas elaboraciones piden explícitamente calentar bien la sartén antes de cocinar, la sobreexposición a la temperatura puede quemar el antiadherente.

4. Evita quemar los lados y el mango: El mango normalmente es de plástico y se desgasta, lo mejor es reducir el fuego para centrarlo y no quemar el resto de la sartén.
5. No laves con paste: Para no arrancar el antihaderente debes utilizar una esponja de nylon.
6. No las metas en un lavavajillas: lo ideal es pasarles encima un papel y guardarlas porque “el aceite que contienen las mantendrá mucho mejor”.
IDENTIFICA LA BUENA CALIDAD
No te dejes llevar por la apariencia, hoy en día hay muchos diseños bonitos pero pueden ser de mala calidad. La base de un buen sartén debe ser fuerte y resistente, pues en el caso de que sea una placa de acero demasiado fina, pronto se deformará.
CUIDA TU SALUD
No todos los materiales con los que cocinas se comportan igual si los sometemos a elevadas temperaturas.

ECONOMIZA A LARGO PLAZO
Los mejores materiales siempre son más caros. Su precio puede ser más elevado, pero te puede durar para toda la vida.
PIENSA EN TU COMODIDAD
El peso de la sartén es muy importante. Moverla o levantarla con comida adentro puede ser dificultoso y hasta peligroso.