San Pedro Sula, Honduras.
En la actualidad son muchas las parejas que optan por tener un solo hijo. Atrás han quedado las familias numerosas en donde era común ver a tres, cuatro o más hermanos.
“Debido a los problemas económicos, muchos padres toman la decisión de criar un solo hijo a fin de darle al niño todo lo que necesita”, dice la psicóloga Liza Zelaya. Sin embargo, a lo largo de los años se ha etiquetado a los hijos únicos como personas egoístas y mimadas.
Zelaya explica que algunos niños se comportan de esta manera porque siempre han tenido la atención de sus padres solo para ellos, es por eso que “cuando entran al kínder tienen problemas para socializar con los demás, ya que son muy consentidos”, afirma.
Pese a esto, la experta agrega que no siempre tiene que ser así.
En la actualidad son muchas las parejas que optan por tener un solo hijo. Atrás han quedado las familias numerosas en donde era común ver a tres, cuatro o más hermanos.
“Debido a los problemas económicos, muchos padres toman la decisión de criar un solo hijo a fin de darle al niño todo lo que necesita”, dice la psicóloga Liza Zelaya. Sin embargo, a lo largo de los años se ha etiquetado a los hijos únicos como personas egoístas y mimadas.
Zelaya explica que algunos niños se comportan de esta manera porque siempre han tenido la atención de sus padres solo para ellos, es por eso que “cuando entran al kínder tienen problemas para socializar con los demás, ya que son muy consentidos”, afirma.
Pese a esto, la experta agrega que no siempre tiene que ser así.
“La relación entre padres e hijos debe basarse en un apego seguro. Esto quiere decir que los progenitores deben mostrar amor e interés a sus hijos sin dejar de establecer normas y reglas de comportamiento”, añade.
La psicóloga y experta en terapia para familias, Rosario Murillo, afirma que uno de los errores que cometen los progenitores con los hijos únicos es exigirles que sean los mejores en todo.
“Los padres suelen compararlos con otros niños. Esto puede afectarlos emocionalmente, al grado de llegar a sufrir depresión”, sostiene Murillo.
De igual modo, la especialista aconseja no sobreproteger a los pequeños, debido a que en la adultez podrían convertirse en personas conflictivas o que les cueste integrarse a la sociedad.
