Las tortugas marinas jóvenes tienen más restos de plástico en su aparato digestivo que tortugas adultas, por lo tanto corren más riesgo de morir, según revela un estudio realizado por investigadores en Australia.
Los científicos analizaron 246 tortugas marinas muertas de tamaños que van de entre 5 y más de 85 centímetros.
La investigación publicada en la revista especializada “Scientific Reports” destaca que una de cada dos tortugas jóvenes tenía desechos de plástico en el tracto gastrointestinal, mientras que en las tortugas de mayor edad la relación era de uno a cuarto, e incluso en las más viejas de uno a seis. No se encontraron restos de plástico en las crías.
Los investigadores explican estos datos, entre otras cosas, con que los animales más jóvenes tienden a comer en sitios en el mar, donde también hay más desechos de plástico: en las zonas costeras y cerca de la superficie del agua.
El biólogo marino Philipp Kanstinger del World Wildlife Fund (WWF) opina que esto es plausible. “Los animales jóvenes toman mucho más contacto con el plástico que los animales adultos”.
Kanstinger también sospecha que hay un efecto de aprendizaje en las tortugas de más edad y por lo tanto saben mejor lo que deben comer.
Sobre todo, las tortugas jóvenes babona o careta van a la caza de medusas con mayor frecuencia que sus congéneres de más edad.
- La cantidad de restos de plástico hallados en el interior de las tortugas varió mucho de un ejemplar a otro, entre una a cientos de piezas, algunas de las cuales pesaban varios gramos.
- Los investigadores concluyeron que una mayor concentración de plástico en el tracto digestivo aumenta el riesgo de muerte. Existe una probabilidad del 50 por ciento de muerte cuando un animal lleva en su cuerpo 14 piezas de plástico.