Familia y Hogar
Madrid, España.
Actualmente, muchos niños sufren de fuertes dolores de espalda debido a que llevan mucha carga en sus mochilas.
Esto limita sus actividades diarias y aumenta el riesgo de padecerlo de forma crónica en la edad adulta. Concretamente, la incidencia de estas dolencias aumenta a partir de los 10 años, por lo que las medidas de prevención se deben comenzar antes de esa edad.
El presidente de la Fundación Kovacs, Francisco Kovacs, destaca que “el peso de la mochila no debe superar el 10% del peso corporal del escolar, sin embargo, los datos disponibles reflejan que como mínimo un tercio de los escolares superan ese límite”.
Opciones
Para combatir ese problema existe una alternativa a la mochila tradicional, se trata de la mochila de ruedas, ya que si el estudiante tiene que cargar lo mejor es que la espalda no soporte ese peso.
Estudios internacionales demuestran que el dolor de espalda es menos frecuente entre los escolares que disponen de casilleros en sus colegios, al permitirles transportar menos peso y con menos frecuencia, y entre aquellos que están en mejor estado físico, pues una mayor y más entrenada musculatura reduce la influencia negativa del excesivo peso de la mochila.
También cabe señalar la importancia de un adecuado mobiliario escolar. Las sillas y pupitres deben ser de altura regulable de modo que se ajusten a la talla de los niños para que les permita cumplir las normas de higiene postural, como sentarse lo más atrás posible en la silla con la espalda recta y los codos apoyados.
La importancia del ejercicio físico
Numerosos estudios científicos realizados en diferentes países han reflejado que padecer dolencias de espalda durante la adolescencia aumenta el riesgo de sufrirlas de forma crónica al ser adulto.
Realizar actividad física desde edades tempranas es fundamental para reducir ese riesgo y, además, para que la columna vertebral adquiera su forma definitiva.
Tal y como apunta el doctor Kovacs, el deporte sólo puede causar problemas cuando se realiza a nivel competitivo, “en un contexto en el que ganar es más importante que realizar una actividad saludable, y si el entrenamiento es inadecuado y se repite con mucha intensidad.
Por eso, ese riesgo no es en una excusa para no hacer deporte, sino que enfatiza la importancia de asegurar que cumplan las instrucciones de sus entrenadores para reducir el riesgo de lesiones y asegurar un desarrollo equilibrado de su musculatura”.