Lograr que los hijos obedezcan y no hagan berrinches en cualquier lugar no es tarea fácil. Muchos niños se comportan mal para llamar la atención de sus padres o simplemente porque quieren que se les cumplan todos sus caprichos.
Sin embargo, los padres deben recordar que no puede haber buena educación ni obediencia sin disciplina. El pequeño nace sin saber nada de normas y necesita que sus progenitores se las vayan enseñando a medida que van creciendo. Estas serán las que le guíen en la vida.
Le mostramos algunas claves que le ayudarán a que su hijo obedezca siempre.
1. Hable tranquilo y sin gritos. En vez de gritarle “¡bájate del sofá!”, dígale con voz serena pero firme lo siguiente: “tienes que bajarte del sofá y lo sabes perfectamente”.
2. Enséñele a ser ordenado. El niño debe ordenar el desastre que deje en su cuarto o en cualquier parte de la casa. Si el niño es muy pequeño le puede indicar que recoja sus juguetes y los guarde en una caja de plástico.
3. Explíquele las normas. En lugar de pedirle algo, explíquele por qué debe hacerlo. A nadie le gusta que le manden sin más. Esto fomenta la rebeldía.
4. Critique su mala acción, no a él. Si su hijo hace algo incorrecto, explíquele que eso está mal, pero nunca le diga que él es malo por hacer eso, pues esto merma su autoestima. De igual manera, es importante que no utilice expresiones como “eres un vago” o un “desobediente”.
