Hay ocasiones en las que los niños vuelven a comportarse como bebés.
De pronto buscan sus juguetes viejos, quieren usar de nuevo el chupete o se hacen pipí en la cama.
A este problema se le llama regresión y se produce por varias razones, entre ellas:
1. La llegada de un nuevo hermanito. Cuando llega un nuevo bebé a la familia es normal que los niños sientan celos. Es por ello que hacen cosas para llamar la atención de sus papás.
2. Miedo a crecer. Cuando el pequeño está en edad preescolar siente miedo a los nuevos cambios en su vida. La responsabilidad de las tareas y separarse de su hogar causa temor y fustración.
3. La muerte de un ser querido. Cuando el niño pierde un familiar que amaba mucho, sobre todo uno de sus padres, se siente muy triste y desorientado; en este caso la regresión es una forma de buscar a esa persona que acaba de perder.