Redacción. Los buenos (y los malos) modales están presentes en nuestra vida cotidiana, pero ¿cómo se los transmitimos a un niño?, ¿cómo enseñarle a dar las gracias, a pedir las cosas por favor, a esperar sin interrumpir...
Con 4 años ya puedes pedirle que tenga buenos modales, porque su madurez le permite ponerse en el lugar del otro y entender que no sólo cuentan sus propias necesidades y deseos.
1. Edúcale con el ejemplo. Revisa tus hábitos y corrige los que no sean adecuados. Da siempre las gracias y pide las cosas por favor, tanto a otras personas como a tu hijo. Él te imitará.
2. Cuando el niño diga algo inadecuado, dile: “Si me lo pides así, no me apetece ayudarte”. Y espera a que cambie su tono de voz. Recuerda que es más importante que respete a los demás que la utilización estricta de las normas de cortesía. Si tu hijo no entiende esto, los modales se convertirán en trucos para conseguir lo que quiere.
3. Celebra sus logros. Elógiale cuando sea educado espontáneamente: “Me encantó el beso que le diste a la abuela”. Le gusta que estés orgullosa de él. Concreta las normas. En vez de decirle “pórtate bien” o “sé bueno”, explícale claramente lo que esperas de él: “cuando estoy hablando por teléfono no me gusta que me interrumpas”.
4. Enséñale a pedir perdón. Cuando se comporte mal, dile que se disculpe. Pero no le obligues a hacerlo siempre a la fuerza. Y recuerda que también debes disculparte cuando tú te equivocas. La tarea de inculcar buenos modales requiere paciencia, amor y, a veces, cambiar nuestras propias costumbres. Un esfuerzo que merece la pena.
5. Juegos que le enseñan a ser educado. La estatua: Consiste en sentarle en una silla y retarle a permanecer quieto el mayor tiempo posible. Le enseñará a esperar.
Código secreto: Para enseñarle que no debe interrumpir o advertirle de que se calle cuando dice algo inconveniente, crea un código secreto (un gesto o una palabra especial).
Le divertirá tener una contraseña que nadie conoce y será más educado. Juguete de distracción: Cuando vayan a una reunión, lleva un juguete que le guste para que se entretenga.
Con 4 años ya puedes pedirle que tenga buenos modales, porque su madurez le permite ponerse en el lugar del otro y entender que no sólo cuentan sus propias necesidades y deseos.
1. Edúcale con el ejemplo. Revisa tus hábitos y corrige los que no sean adecuados. Da siempre las gracias y pide las cosas por favor, tanto a otras personas como a tu hijo. Él te imitará.
2. Cuando el niño diga algo inadecuado, dile: “Si me lo pides así, no me apetece ayudarte”. Y espera a que cambie su tono de voz. Recuerda que es más importante que respete a los demás que la utilización estricta de las normas de cortesía. Si tu hijo no entiende esto, los modales se convertirán en trucos para conseguir lo que quiere.
3. Celebra sus logros. Elógiale cuando sea educado espontáneamente: “Me encantó el beso que le diste a la abuela”. Le gusta que estés orgullosa de él. Concreta las normas. En vez de decirle “pórtate bien” o “sé bueno”, explícale claramente lo que esperas de él: “cuando estoy hablando por teléfono no me gusta que me interrumpas”.
4. Enséñale a pedir perdón. Cuando se comporte mal, dile que se disculpe. Pero no le obligues a hacerlo siempre a la fuerza. Y recuerda que también debes disculparte cuando tú te equivocas. La tarea de inculcar buenos modales requiere paciencia, amor y, a veces, cambiar nuestras propias costumbres. Un esfuerzo que merece la pena.
5. Juegos que le enseñan a ser educado. La estatua: Consiste en sentarle en una silla y retarle a permanecer quieto el mayor tiempo posible. Le enseñará a esperar.
Código secreto: Para enseñarle que no debe interrumpir o advertirle de que se calle cuando dice algo inconveniente, crea un código secreto (un gesto o una palabra especial).
Le divertirá tener una contraseña que nadie conoce y será más educado. Juguete de distracción: Cuando vayan a una reunión, lleva un juguete que le guste para que se entretenga.
