05/12/2025
03:29 PM

Contrabando de cigarrillos en Honduras, una problemática que amenaza la salud pública y deja pérdidas millonarias

El contrabando de cigarrillos en Honduras, un comercio ilícito que no solo evade impuestos, sino que además pone en riesgo la salud de los ciudadanos al introducir productos no regulados que carecen de control sanitario

San Pedro Sula, Honduras.

El contrabando de cigarrillos sigue siendo un grave problema en el país, recientemente autoridades aduaneras y la Policía Nacional reportaron la incautación de más de 33 millones de cigarrillos en lo que va del año.
El crecimiento de este comercio ilícito de no solo afecta la economía del país, sino también amenaza la estabilidad de miles de empleos y pone en riesgo la salud de la población al introducir productos no regulados y de dudosa calidad en el mercado nacional.

Sin embargo, a pesar de las incautaciones y los esfuerzos coordinados, el problema persiste. Se estima que más del 40% de los cigarrillos consumidos en el país son de contrabando, situación que afecta de manera desigual a nivel regional, con los departamentos de Choluteca, Francisco Morazán y Cortés registrando los niveles más altos de consumo de estos productos ilícitos.

Más de 33 millones de cigarrillos han sido incautados en lo que va del año.

Impacto en la salud pública

El ingreso de cigarrillos ilegales al país representa un peligro latente para la salud de los hondureños. Considerando que estos productos no cumplen con los estándares de calidad ni con las normativas sanitarias establecidas, lo que incrementa el riesgo de enfermedades respiratorias y otros problemas graves de salud.

El consumo de productos no regulados agrava la crisis sanitaria que ya enfrenta el país, al tiempo que eleva los costos en atención médica y la carga sobre el sistema de salud pública.

Las autoridades instan a la población a rechazar el consumo de cigarrillos de contrabando y a denunciar cualquier actividad ilícita relacionada con su distribución. Fomentar la conciencia sobre estos riesgos es crucial para combatir el contrabando y proteger a la ciudadanía de los daños irreversibles que puede causar el consumo de estos productos.

En las aduanas de Agua Caliente y Guasaule, las autoridades decomisaron 17.5 millones de cigarrillos.

Consecuencias económicas devastadoras

El impacto económico de este comercio ilícito es alarmante. Según datos de la Administración Aduanera de Honduras, las pérdidas fiscales estimadas por el ingreso de cigarrillos de contrabando alcanzan cifras millonarias, privando al país de recursos que podrían destinarse a servicios esenciales como salud y educación.

Solo en un operativo reciente en las aduanas de Agua Caliente y Guasaule, las autoridades decomisaron 17.5 millones de cigarrillos, lo que representa un perjuicio fiscal de más de 47 millones de lempiras.

Sin embargo, este es solo un caso más en una larga lista de incautaciones que reflejan el impacto continuo del contrabando de cigarrillos en la economía hondureña.

De acuerdo con informes publicados en el mes de agosto por la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), la competencia desleal causada por el contrabando está alcanzando niveles alarmantes, afectando tanto a la industria legalmente establecida como a las finanzas públicas.

El consumo de productos no regulados agrava la crisis sanitaria que ya enfrenta el país.

Acciones más contundentes

La lucha contra el contrabando de cigarrillos requiere la colaboración activa de la ciudadanía. Empresas legalmente establecidas y relacionadas a este rubro, así como autoridades piden a los hondureños que denuncien cualquier actividad ilícita relacionada con este delito, ya que la participación ciudadana es clave para desarticular las redes de contrabando y combatir el crimen organizado que se beneficia de estas actividades.

Mientras tanto el gobierno ha manifestado su compromiso de seguir combatiendo estas actividades ilícitas.

Fausto Cálix, director de Aduanas Honduras, señaló que se han dado “duros golpes al comercio ilícito y contrabando de cigarrillos”, reafirmando la intención del gobierno de proteger la salud pública y la recaudación de tributos que benefician a todos los hondureños.