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'Nunca imaginé que me quitarían a mi niño”

  • Actualizado: 23 junio 2008 /

Fidelia Martínez cargaba ayer una pequeña bolsa con la ropa que vestiría por última vez a su nieto Jairo Alexander Martínez, de 8 años, quien fue una de las seis víctimas de una emboscada el sábado por la tarde en Naco. La mujer, que se encontraba en la morgue esperando el cuerpecito, aún no creía lo sucedido.

    Fidelia Martínez cargaba ayer una pequeña bolsa con la ropa que vestiría por última vez a su nieto Jairo Alexander Martínez, de 8 años, quien fue una de las seis víctimas de una emboscada el sábado por la tarde en Naco.

    La mujer, que se encontraba en la morgue esperando el cuerpecito, aún no creía lo sucedido. Nunca imaginó que enviar a Jairo a traer un documento de su hermano a la montaña donde reside su abuelo en Quimistán, le originaría la muerte.

    'Él vivía conmigo en Santa Lucía, Naco, yo lo había mandado a la comunidad de Lempira, en Quimistán, donde vive su abuelo, iba feliz porque lo vería pues no lo hacía desde que iniciaron las clases en febrero', contó.

    El pequeño que cursaba el segundo grado, además de estudioso era muy trabajador.

    'El sábado por la mañana pasó vendiendo coyoles, en la comunidad todos lo querían por trabajador. Yo iba a mandar a otro nieto a hacer el mandado pero él se ofreció sólo por ver a su abuelo', recordó.

    Lamentablemente cuando Jairo salió de la casa, uno de los vecinos bromeó con él diciéndole adiós y le dijo que no lo volvería a ver. 'Lo molestaban porque era simpático; el vecino apesarado me contó que lo molestó por lo emocionado que iba para la montaña y que Jairo le aseguró que volvería. Yo cuido a varios nietos que estudian en Santa Lucía, pero él era el más cariñoso. Nunca imaginé que me quitarían a mi niño', lloró la abuela.

    Otra familia

    En las afueras de Medicina Forense, las hermanas y Efraín Paredes, papá de José Trinidad Paredes, de 12 años, lloraban desconsolada su muerte. El pequeño era primo de Jairo.

    'Era un cipote ejemplar y trabajador. Vivía en Lempira pero había venido con su madre a Cofradía a vender pinol, flor de izote y otras cosas que siempre cargaban. Todos los vecinos lo admiraban por la forma como ayudaba a su mamá. Todo esto es muy duro', expresó su papá Efraín.

    La familia Paredes también estaba pendiente del estado de salud de su madre y esposa Tomasa de Paredes, que resultó herida en el hecho y sigue en observación en el hospital Mario Rivas.

    Diana, una de las hermanas de José, no paraba de llorar. 'Eramos diez hermanos y ahora sólo quedamos nueve', expresó.

    Ellos también agradecían a Dios por el restablecimiento de su madre y el milagro de que Mirian su hermana resultó ilesa. Ella dijo que escuchó muchos disparos. Afortunadamente una de las balas sólo rozó su blusa.

    Las otras víctimas

    Ayer fue sepultado Jesús Leiva, 38, en el cementerio general de Cofradía luego de que fuera velado en una funeraria de esta ciudad. Su hermano Arístides Leiva dijo que desconocen las causas del hecho.

    'Mi hermano se dedicaba a la agricultura en Quimistán. No sabemos qué pudo haber originado la matanza. Estaba casado y deja cuatro hijos', señaló.

    Los restos de Johny Adonay Escobar Coello, Alba Duarte y Orfilia Manzanares fueron llevados a las comunidades de Lempira y Santa Lucía para ser velados y luego sepultados. Sus cuerpos fueron entregados la misma noche del sábado.

    Frases de dolor

    'Sólo Dios sabe por qué pasan las cosas, salió tan feliz de la casa que algo así fue lo menos que imaginamos. Me hará mucha falta'.

    Fidelia Martínez
    Abuela de Jairo

    'A él le gustaba ayudar a mi mamá. Ese día habían bajado a vender varias productos, como acostumbraban a hacerlo. Sólo Dios puede para esto, todos los días matan gente'.

    Alba Martínez
    Hermana de José

    Además

    Heridos

    A dos de los cuatro heridos se les dio de alta ayer en el Mario Rivas. Uno de los menores y Tomasa Paredes están en observación.

    Sepelio

    Hoy por la tarde en Cofradía serán sepultados los cuerpos de los primos Jairo Martínez y José Paredes.