Tegucigalpa, Honduras.
A escasos kilómetros estaba de llegar a su casa en la salida a Olancho, pero un descuido al volante lo llevó a la muerte.
Se trata de Ramón Ernesto Martínez Alvarado (de 28 años), quien pereció la madrugada de ayer en un accidente de tráfico en la carretera que de la capital conduce a Olancho, frente a la embotelladora de agua purificada Aguazul.
El accidente con resultado fatal se produjo a la 1:15 am cuando Ramón Ernesto transitaba desde el centro de la capital hacia la residencial San José.
El percance ocurrió, según las primeras hipótesis, debido a que el ahora fallecido invadió el carril contrario con su camioneta Hyundai Santa Fe, color gris, con placas PCW 6283, y fue a impactar directamente contra un furgón que venía para la capital.
Martínez Alvarado regresaba de su trabajo en el barrio Abajo donde laboraba como jefe de un laboratorio médico propiedad de uno de sus hermanos mayores.
Según relataron de sus familiares, él trabajaba, pero también cursaba el tercer año de la carrera de Medicina en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
“Nos enteramos hasta hoy, unos vecinos nos tocaron el portón de la casa para decirnos que había muerto una persona con el nombre de mi hermano”, contó un hermano de la víctima.
Había estudiado en primera instancia para desempeñar la labor de técnico laboratorista y posteriormente se matriculó en la carrera de Medicina, dijeron sus parientes. En el calor de su casa lo esperaba su única hija de seis años de edad, pero su padre nunca llegó después de aquel viernes de trabajo.
La madre de la menor y compañera de hogar del malogrado Ramón reside en España. El joven era originario de San Pedro Sula, pero desde que ingresó en la Universidad llegó a la capital adonde se estableció al igual que otros de sus familiares cercanos.
A escasos kilómetros estaba de llegar a su casa en la salida a Olancho, pero un descuido al volante lo llevó a la muerte.
Se trata de Ramón Ernesto Martínez Alvarado (de 28 años), quien pereció la madrugada de ayer en un accidente de tráfico en la carretera que de la capital conduce a Olancho, frente a la embotelladora de agua purificada Aguazul.
El accidente con resultado fatal se produjo a la 1:15 am cuando Ramón Ernesto transitaba desde el centro de la capital hacia la residencial San José.
El percance ocurrió, según las primeras hipótesis, debido a que el ahora fallecido invadió el carril contrario con su camioneta Hyundai Santa Fe, color gris, con placas PCW 6283, y fue a impactar directamente contra un furgón que venía para la capital.
Martínez Alvarado regresaba de su trabajo en el barrio Abajo donde laboraba como jefe de un laboratorio médico propiedad de uno de sus hermanos mayores.
Según relataron de sus familiares, él trabajaba, pero también cursaba el tercer año de la carrera de Medicina en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
“Nos enteramos hasta hoy, unos vecinos nos tocaron el portón de la casa para decirnos que había muerto una persona con el nombre de mi hermano”, contó un hermano de la víctima.
Había estudiado en primera instancia para desempeñar la labor de técnico laboratorista y posteriormente se matriculó en la carrera de Medicina, dijeron sus parientes. En el calor de su casa lo esperaba su única hija de seis años de edad, pero su padre nunca llegó después de aquel viernes de trabajo.
La madre de la menor y compañera de hogar del malogrado Ramón reside en España. El joven era originario de San Pedro Sula, pero desde que ingresó en la Universidad llegó a la capital adonde se estableció al igual que otros de sus familiares cercanos.