El Progreso. “Me quitaron a mi hijo, él era honrado y trabajador, no le hacía daño a nadie”, expresó llorando Mirna Azucena Moreno, madre de Miguel Ángel Aguilar (22), ultimado de un balazo la tarde del domingo mientras observaba una carrera de cintas a caballos en el barrio San Miguel de este municipio.
En el tiroteo también perdió la vida Miguel Ernesto Urquía Romero (27), un joven ganadero que organizaba carreras de cintas en El Progreso.
Aguilar, hombre que se dedicaba a hacer fletes en una carreta tirada por caballo, llegó al evento acompañado de uno de sus hijos de siete años y un amiguito de este de 12.
Según testigos, mientras disfrutaban de la carrera, varios hombres armados con pistolas llegaron al lugar y comenzaron a disparar. Aguilar al ver la acción no le quedo más que agacharse y abrazar a los pequeños para protegerlos de las balas.
Uno de los proyectiles lo alcanzó por un costado, el que le dañó órganos vitales y le causó la muerte. El niño de 12 años fue alcanzado por una bala en el pie izquierdo.
“Mi hijo murió por salvarle la vida a su niño y un amigo”, decía entre el llanto la madre del infortunado muchacho. Los desconocidos después del hecho huyeron. Aguilar deja cuatro hijos menores de edad, residía en el barrio San Miguel en una humilde vivienda.
Sus restos fueron velados en una sala evangélica del barrio San Martín de El Progreso y serán sepultados este día. “Pedimos a las autoridades que investiguen y castiguen a los que asesinaron a Miguel”, reclamó la progenitora.
Una fuente policial informó que ya trabajan en el caso y que por la manera en que se sucedieron los hechos, el ataque posiblemente iba dirigido al corredor de cintas.
