En medio de una finca de plátanos y sentada en una silla de plástico fue encontrada sana y salva la empresaria de transporte Hilda Emelina Ponce Castro (56), quien ayer cumplía dos días de haber sido secuestrada.
La madrugada de ayer, un contingente de la Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación (DNSEI) y el Grupo especial Antisecuestro (Geas), lograron ubicar a la señora en una propiedad en el sector de Bonitillo de esta ciudad.
En la operación policial se detuvo a cinco individuos, a los que las autoridades los sindican directamente con el secuestro de la empresaria y que supuestamente pertenecen a una banda denominada Los Pelones.
Ponce Castro es la esposa de Wilfredo Mejía, presidente de la seccional del Sindicato de Trabajadores de Telecomunicaciones de Honduras (Sitratelh) en La Ceiba.
La empresario dedicada al transporte fue secuestrada el pasado miércoles en horas de la mañana en la colonia La Alhambra de esta ciudad. Fue interceptada por individuos desconocidos, quienes la obligaron a bajarse de su carro, la trasladaron en un taxi y se la llevaron con rumbo desconocido.
Alertan a la Policía
La liberación de la empresaria fue posible por las informaciones que ciudadanos proporcionaron a las autoridades. “Una persona escuchó que estaban hablando de un secuestro de una señora, y esta persona dio la información a las unidades de inteligencia de la Policía, y así fue como se logró su rescate”, dijo uno de los agentes del Geas que participó en el operativo.
La rápida acción de los servicios de inteligencia y análisis de la Policía que se trasladaron desde San Pedro Sula permitió dar con el lugar conocido como La Invasión ubicado en el conflictivo sector de Bonitillo,
“En esa zona la mantuvieron durante los dos días sentada en una silla plástica en medio de unas plataneras. Físicamente se ve bien, pero será una exhaustiva revisión médica la que determinará su condición de salud”, dijo uno de los investigadores.
En el lugar adonde fue rescatada la empresaria, las autoridades detuvieron a Jorge Alberto Lester Herrera (23), Francisco Adolfo Espinal (62), Julio César Fúnez Menocal (30), Yovany Gabriel Cano Pineda (25) y a Juan Carlos Arteaga (22), a quienes la Policía señala de ser los responsables directos del secuestro.
A los sospechosos se les decomisó una pistola nueve milímetros con dos cargadores.
“Estos individuos estaban en la propiedad adonde estaba la señora, supuestamente pertenecen a la banda Los Pelones y serán puestos a la orden de la Fiscalía por el delito de secuestro”, informó el comisario Pedro Zúniga, vocero de la jefatura policial de Atlántida.
El portavoz policial agregó que uno los detenidos es hermano de Marcos Ponce, quien el mes anterior fue capturado y enviado a la Penitenciaria Nacional por el delito de secuestro.
“Las investigaciones continuarán para verificar si hay más personas involucradas en este secuestro”, señalo Zúniga.
Pedían varios millones
Según informes en poder de la Policía, los secuestradores exigían varios millones de lempiras por la liberación de la empresaria. Tras su rescate, los familiares no pagaron un solo centavo a los secuestradores. “Este operativo es parte de las instrucciones que ha dado el alto mando para enfrentar al crimen organizado y a la delincuencia común. Con esta acción exitosa se está recuperando la confianza de la población”, dijo uno de los investigadores.
La liberación de esta empresaria y la captura de sus supuestos raptores se dio en uno de los puntos más conflictivos de La Ceiba. El sector de Bonitillo, según la Policía, ha sido el centro de operaciones de bandas criminales, lo que ha convertido el lugar en zona de muerte debido a los constantes enfrentamientos entre grupos rivales.
La población vive bajo un temor permanente, a pesar de los esfuerzos de las autoridades por recuperar el control y la tranquilidad de esta zona.
Agradece su liberación
Descalza y con su rostro cubierto, agotada por el sufrimiento y maltrato psicológico, la empresaria fue trasladada a la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), adonde fue revisada por médicos forenses y también se le tomó su declaración. Con una voz entrecortada, Ponce Castro sacó fuerzas para agradecer por su liberación. “Gracias a Dios primeramente, agradezco con todo mi corazón a mis parientes a mi familia y amigos que estuvieron pendientes y sobre todo a la Policía que hizo un espectacular trabajo. No me golpearon, estoy bien”, dijo brevemente a los periodistas.
Agregó que durante los dos días de su cautiverio, sus plagiarios únicamente le proporcionaron agua como alimento.
La empresaria presentaba inflamaciones en sus extremidades superiores provocadas por las ataduras.
Antes del mediodía, la señora dejó las instalaciones policiales y sus familiares la trasladaron a su residencia.
Familiares y amigos de los cinco detenidos llegaron a la Policía Nacional Preventiva para exigir la liberación, asegurando que ellos no tenían nada que ver con el secuestro de la empresaria.
Debido a la presión de los pobladores y la intervención de representantes de Derechos Humanos en esta zona, hasta al cierre de esta edición los cinco sospechosos no habían sido remitidos a la Fiscalía.
