Individuos armados intentaron ingresar a la vivienda del alcalde de este municipio, Noé Guardado Rivera. El hecho desató una nutrida balacera entre el personal de seguridad del funcionario y los sicarios, que milagrosamente no dejó víctimas mortales.
Eran alrededor de las 2:00 de la madrugada de ayer cuando los criminales en una camioneta Ford, modificada para tal propósito, derribó uno de los portones principales que da acceso a la residencia del alcalde mientras descargaban sus armas de grueso calibre con la intención de tomar el control del lugar.
La seguridad que resguardaba la propiedad del alcalde respondió con sus armas, provocando una balacera que duró más de una hora, según los informes preliminares de la Policía.
Al final, los criminales optaron por huir del lugar al ver truncado su objetivo.
Con este hecho criminal, en los últimos dos años ya suman cinco atentados en contra del la vida del alcalde nacionalista, quien actualmente busca su reelección.
Una persona herida
El enfrentamiento no dejó pérdidas humanas, pero se supone que uno de los pistoleros que provocaron la acción resultó herido.
La Policía localizó dos carros que fueron encontrados abandonados en este municipio y en los que supuestamente se conducían los sicarios que intentaron matar al alcalde. “Por lo que se ha encontrado en una de las unidades, alguno de los facinerosos salió herido, pues hay rasgos de sangre y en la ventana del conductor hay una perforación de bala”, informó Xavier Ortiz, vocero de la jefatura de la Policía de Atlántida.
El portavoz explicó que malhechores en su huida dejaron abandonada cerca del desvío de Las Corozas una camioneta, la cual había sido acondicionada con placas metálicas en su interior para protegerse de los disparos. También en la colonia Rey se encontró un Frontier cabina y media, marca Nissan, gris, en el que personal de Inspecciones Oculares está trabajando.
Quinto atentado
Guardado Rivera no quiso dar declaraciones sobre lo sucedido; sin embargo, se conoce que este es el quinto atentado en su contra.
En marzo de 2011 varios individuos atacaron a balazos su clínica y vivienda cuando atendía a un paciente.
El 1 de abril de ese mismo año su esposa e hija fueron emboscadas. En ese ataque, murió un guardaespaldas.
Los intentos por asesinarlo continuaron, el 28 de diciembre de 2011, el jefe edilicio fue víctima de un nuevo atentado en su vivienda. Aquí no se reportaron personas fallecidas.
Luego, el 30 de agosto de 2012 una emboscada en su contra dejó a una persona muerta y dos policías heridos.