Wander Walter Peraza Alas, el universitario que fue detenido y permanece recluido en el centro penal sampedrano, confesó en la audiencia de declaración de imputado que sí solicitó el dinero a Emma Romero para falsificar la visa americana que le dio y también implicó a supuestos empleados de la embajada de EUA.
'He conseguido visas dos veces o más. Una se la conseguí a una amiga de Emma que fue con quien me contacté y ella viajó a Estados Unidos sin ningún problema y otra fue para un señor llamado Roberto Escalante, quien se fue por tierra hasta México y luego usó la visa', declaró Peraza. El imputado se hacía pasar ante sus víctimas como Thomas Orepeza Flores y decía que era mexicano.
Gustavo Fajardo, jefe de la Dirección General de Servicios Especiales, Dgsei, dijo que el imputado se hacía pasar por mexicano y fue así como lo capturaron mientras negociaba con un cliente el domingo por la tarde en el Hotel Sula. Peraza le comentó al juez que unos compañeros universitarios se dedicaban a sacar visas mexicanas. 'Me dijeron cómo contactar a las personas. Conocí a una amiga de Romero y le hice el trámite desde agosto de manera personal en Tela y La Ceiba'.
Peraza agregó que Romero pagó dos o tres recibos por 70 mil lempiras. Agregó que por una por un año cobraban hasta tres mil lempiras y por cinco años, cinco mil. Indicó que la visa de Emma Romero es legítima, aunque en el aeropuerto el domingo no la dejaron pasar porque era falsa. 'Mis contactos en la embajada son Leonardo Domínguez y Miguel'. Peraza dijo que 'una tal Alessandra trabaja para la embajada y también les ayudaba. Aseveró que Miguel y Leonardo le daban las instrucciones de que dijera que se llamaba Thomás Oropeza y que era mexicano. El coordinador de la Fiscalía contra el Crimen Organizado, César Alvarenga, dijo que investigan si realmente estas personas que Peraza mencionó en su declaración trabajan para la embajada de Estados Unidos. Mañana en la audiencia inicial pedirán el auto de prisión contra Peraza y ampliarán la acusación a uso de nombre supuesto. La pena por falsificación de documentos públicos es de tres a nueve años y por estafa de seis a nueve años de prisión.
Dato
Wander Peraza Alas pedía a sus clientes: pasaportes, dos fotografías, cédulas y dinero en efectivo. La Policía le venía siguiendo la pista desde hace varios días.
