Eran casi las seis de la tarde del pasado sábado cuando Jorge Alberto Reyes Munguía (37) se encontraba en el interior del Club Deportivo Billares Lino No-2, en la colonia 1 de Diciembre de Comayagüela. Ahí perdió la vida de forma violenta.
Por muchos años permaneció en los rectángulos de juego, pero una lesión de meniscos lo alejó de la práctica del fútbol.
Producto de ese mismo hecho violento otras once personas perdieron la vida y dos más resultaron heridas, las que se encuentran internas en una de las salas del Hospital Escuela.
Impactos de bala en diferentes partes del cuerpo acabaron con sus vidas.
Reyes Munguía se destacó como futbolista al participar en varios equipos de primera y segunda división en Honduras, entre ellos el Real Maya, Real Comayagua y el Club Deportivo Melgar.
Aparte de ser deportista desde que estaba en la escuela, Jorge Alberto se graduó de perito mercantil y contador público en el Instituto Central Vicente Cáceres.
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Lesión lo alejó
Los familiares que llegaron a la morgue capitalina la mañana de ayer a reclamar el cadáver comentaron que residía en la colonia Iberia de Comayagüela.
“Era una persona que se dedicaba al deporte desde hace muchos años, pero sufrió una lesión cuando jugaba en el Real Comayagua y eso lo obligó a retirarse del deporte que amaba”, dijo Dagoberto Rodríguez, primo del fallecido.
Rodríguez recordó que la lesión era en los meniscos, pero debido que no se realizó el tratamiento adecuado no se pudo recuperar al cien por ciento, aunque aún jugaba a nivel no profesional.
“Era un joven muy sano y en algún momento asistió a la iglesia, por lo que podemos dar fe de que no estaba involucrado en cuestiones irregulares”, aseguró.
Lugar equivocado
Todos coinciden en que las 12 personas que perdieron la vida en el mortal ataque armado tuvieron esa suerte porque estaban a la hora y en el lugar equivocado.
En la actualidad, Jorge Alberto Reyes Munguía estaba desempleado y era padre de cuatro hijos, tres de ellos con la primera esposa y uno de apenas cinco años con la persona que compartía su vida en la populosa colonia Iberia de Comayagüela.
El malogrado futbolista anteriormente había trabajado en el área de la construcción, encargado de bodegas y de chequeador en empresas de construcción.
Piden justicia
Los familiares que reclamaron el cadáver en la morgue piden que, como en los demás casos que se registraron, “se haga justicia”, porque todos los que fueron acribillados “eran personas honestas y trabajadoras” que por desgracia estaban en el lugar donde llegaron los delincuentes, “pero el caso es que, al igual que en otras tragedias, muere gente inocente y este es uno de esos”, aseguró Rodríguez.
“Casi toda las personas que murieron eran trabajadoras, gente inocente, y es por eso que pedimos una investigación y que se capture a los responsables para que se les castigue con todo el peso de la ley”.
De acuerdo con las investigaciones realizadas por las autoridades policiales, al menos cuatro personas participaron en el múltiple asesinato, las que al perpetrarlo se dieron a la fuga con rumbo desconocido de manera inmediata.
Jorge Alberto Reyes Munguía (37) era un apasionado del fútbol.
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Sus amigos rinden homenaje al futbolista.
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