25/04/2024
06:49 PM

Parientes de víctimas de explosión lloran su tragedia

Los cuerpos de los muchachos que murieron en una montaña de Erandique fueron traídos a la morgue de SPS.

    San Pedro Sula, Honduras

    Don Rufino López llora al recordar la forma en que murieron sus dos hijos y otros dos jóvenes familiares luego que manipularan un artefacto explosivo que habían encontrado cuando hacían agujeros para la siembra de café en una montaña de la aldea El Carrizal en Erandique, Lempira.

    López, al igual que otros familiares, llegó ayer a la morgue de Medicina Forense de San Pedro Sula a esperar que autopsiaran los cuerpos que trasladaron de occidente.

    La tragedia, ocurrida el viernes, se llevó a varios miembros de una familia, entre ellos dos hermanos y sus primos que perecieron cuando el artefacto explotó.

    Dato
    Los aldeanos de donde ocurrió la tragedia escucharon la explosión y llegaron al lugar lamentando la muerte de los cuatro muchachos.

    Tembló la tierra

    Los hijos de don Rufino López, José Alejandro (de 21 años) y José Medardo López Chávez (de 15) murieron, al igual que sus primos José Abelardo Gómez Chávez (de 17) y Denis Leonel Martínez Sánchez (de 19).

    El grupo de muchachos había salido la mañana del 17 de agosto con sus padres y tíos a trabajar a una propiedad adonde estaban haciendo agujeros para sembrar café.

    Tiburcio Chávez, tío de las víctimas, relató que a eso de las 10:00 de la mañana se encontraron el artefacto entre una piedra y la maleza y acordaron no tocarlo y lo dejaron encima de una piedra para que se investigara por parte de las autoridades.

    El grupo de hombres siguió trabajando “y nos pusimos a comer en un solo grupo, luego nos apartamos y agarramos para abajo de la montaña, y ahí quedó la bomba”.

    De repente “escuchamos el estruendo exagerado, tembló la tierra y subimos a verlos, ya estaban muertos, no pudimos hacer nada”.

    El único que estaba con vida fue Samuel Gómez (de 15), quien se estaba desangrando por una herida que tenía en el cuello; como pudieron, sus familiares lo cubrieron para esperar a que llegara una ambulancia.

    Luego de ser intervenido anoche en el hospital Juan Manuel Gálvez, de Gracias, Lempira, Samuel fue trasladado al Mario Rivas de San Pedro Sula debido a la gravedad de su estado de salud.

    Dos de las víctimas quedaron con sus rostros desfigurados por la explosión.

    Identificación

    Los familiares de los cuatro jóvenes llegaron a San Pedro Sula porque las autoridades de la Fiscalía de Gracias los trajeron junto a los cuerpos, pero no lograron traer cédulas o partidas de nacimiento para identificarlos en la morgue.

    Ayer personal del Registro Nacional de las Personas colaboró aportando los patrones de huellas dactilares e identificación de uno de los mayores, así como las partidas de nacimiento de los menores.

    Mientras las autoridades de Medicina Forense autopsiaban los cadáveres, así como el proceso de identificación, los parientes de los cuatro muchachos permanecían en las afueras de la morgue a espera de que les entregaran los cuerpos.

    En horas del mediodía les indicaron que hasta a eso de las 7:00 pm les entregarían el último cuerpo para ser llevados a la aldea de El Carrizal en Erandique.

    El diputado Alberto Chedrani y un empresario del transporte se solidarizaron con los dolientes y les donaron los ataúdes.

    La humildad de los parientes de las víctimas también conmovió a sampedranos que pasaron por la morgue de Medicina Forense y les llevaron ayuda económica.

    Anoche los cuerpos fueron llevados a Lempira, adonde serán sepultados.

    Investigan origen de explosivo

    Expertos de la Unidad Antiexplosivos de la Policía Nacional inspeccionaron el área adonde la tarde del viernes cuatro jóvenes caficultores perdieron la vida al hacer explotar un artefacto en Erandique, Lempira.

    Con el fin de determinar las causas de la tragedia, un equipo de investigación se trasladó a la comunidad de La Haciendita, en El Carrizal. También buscaban descartar que se encontraran más objetos que pudieran poner en riesgo la vida de otras personas. El informe de la Policía Nacional de Lempira establece aún que el artefacto que explotó es “desconocido”, por lo que se trasladaron fragmentos del mismo a San Pedro Sula para ser analizados en los laboratorios.

    Se agregó que después de una minuciosa inspección “no se encontró ningún otro artefacto explosivo”.

    El comandante del Decimoseptimo Batallón de Infantería, Julio Ruiz Cerrato, informó que preliminarmente se maneja que el explosivo era una granada de fragmentación; no obstante, “se están haciendo las investigaciones para determinar cómo llegó ese artefacto al lugar”.

    Francisco German Martínez, dueño de la finca, dijo consternado que el hecho le sorprendió, “porque ellos eran muchachos que caminaban hora y media para poder venir a trabajar aquí a la finca”. Tampoco sabe cómo llegó el artefacto al lugar.