REDACCIÓN. Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), la celebración del día de muertos es una tradición indígena muy arraiga en México, Centroamérica y algunos países suramericanos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), declaró en 2008 esta festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por su importancia y significado en tanto se trata de una expresión tradicional -contemporánea y viviente a un mismo tiempo-, integradora, representativa y comunitaria.
¿ De dónde proviene esta celebración?
Según la ONU esta celebración es una festividad mestiza que data del siglo XVI y que fue influida por dos civilizaciones. Por un lado, los aztecas y demás pueblos nativos de Latinoamérica, los cuales tenían la tradición de honrar a sus muertos, y además, hacer rituales por las cosechas entre los meses de octubre y noviembre; y por el otro extremo, los conquistadores españoles que trajeron un rito católico que consistía en hacer un altar con flores a los difuntos.
Cuando tuvo lugar el choque cultural y las imposiciones sociales y religiosas de los españoles, surgió paulatinamente, una fusión de ritos debido a que las fechas de celebración coincidían, lo que resultó en la celebración del día de los muertos.
Tuvieron que pasar alrededor de tres siglos para que esta celebración se fuera apropiando de más elemento indígenas en representación de los pueblos autóctonos de Latinoamérica. México es el mayor exponente de esta fiesta y en otros países del continente se festeja en menor grado.
Países que celebran el día de los muertos
México: Es el máximo exponente de esta celebración, cada año los mexicanos celebran de manera extraordinaria el día del muertos. Los panteones mexicanos albergan cientos de ciudadanos los cuales, en horas de la noche, visitan las tumbas de sus familiares para convidar allí los alimentos favoritos del difunto y recordarle con anécdotas.
Guatemala: En este país el día de difuntos es una celebración que está muy arraigada, en algunos pueblos chapines aprovechan esta fecha para llevar serenatas, hacer barriletes, cantar, bailar y convidar alimentos de manera comunitaria en memoria de los fieles difuntos.
Honduras: Esta celebración tiene menor trascendencia, los hondureños la dedican a realizar labores de limpieza en las tumbas de sus difuntos, para posteriormente enflorarlas, esto como un signo de agradecimiento al ser amado que ya falleció.
Nueva York, Estados Unidos: Por segundo año consecutivo, el Consulado General de México en Nueva York organiza la semana mexicana que abarca desde el 27 de octubre hasta el 2 de noviembre. Durante estos días, se preparan altares, se exhiben obras de arte alusivas a la fiesta, se preparan alimentos y bebidas representativas de México para que la comunidad latina y los neoyorkinos puedan disfrutar de esta tradición tan única.
Ecuador: El 2 de noviembre honran la memoria de sus muertos centrando sus rituales en la gastronomía y en ceremonias prehispánicas andinas.
Perú: En este país se celebra fervorosamente el día de los muertos. Las familias visitan los cementerios para ofrecer flores frescas, velas, y en caso de ser niños, juguetes para sus familiares fallecidos. Además tienen la tradición de hornear un pan típico llamado “Tanta wawa”.
Irlanda: El festival Sahmain se inicia la noche del 31 de octubre y termina el 1 de noviembre, con esta celebración se marca el fin de la cosecha y el inicio del invierno. Asimismo, también se rinde tributo a los muertos por medio de ritos muy propios de ellos como la elaboración de hogueras. Se cree que de esta celebración surgió la fiesta de Halloween.
En el siglo 18, según estimaciones, las dos celebraciones se unieron en una. Con el tiempo, evolucionó en la festividad que se conoce en la actualidad.
El 2 de noviembre se dedicó a los fieles Difuntos tras las pestes del siglo 14. Ambas tradiciones se instauraron en la Nueva España tras la conquista de los españoles sobre los pueblos originarios del continente.
El festejo de Todos Santos data del siglo 16, Iglesias, conventos y santuarios exhibían sus tesoros, restos y reliquias el 1 de noviembre para que los creyentes les ofrendaran oraciones.
