San Pedro Sula, Honduras
A pesar del pronóstico desesperanzador de los médicos, hace seis meses dio sus primeros pasos. La próxima meta para las terapeutas y su familia es que pronuncie otras palabras, además de mamá.
Luca Leiva Ferrera (2) es uno de los miles de niños que gracias a las terapias y al cuidado de las terapeutas de la fundación Teletón ha avanzado satisfactoriamente en su rehabilitación. Luca fue diagnosticado desde su nacimiento con parálisis cerebral infantil moderada.
El camino para este pequeño, que nació médicamente muerto y sin esperanzas de un mañana, ha sido largo y extenuante. El amor de sus padres y el de sus maestras ha hecho que se convierta en un milagro de Dios, como lo describe su mamá.
Durante su embarazo, Marisol Ferrera (36) nunca imaginó que su segundo hijo tendría que luchar por su vida. “Mi embarazo fue normal, al principio se creía que era de alto riesgo, porque Luca tenía un gemelo, pero el segundo embrión no se desarrolló”, contó Marisol.
Interna en una clínica privada, Marisol comenzó el trabajo de parto que aunque fue programado de forma normal, terminó en una compleja cesárea.
Luego de aplicarle medicamentos para acelerar las contracciones, dijo que el especialista abandonó el quirófano y la dejó con un enfermero técnico.
“Pasó el tiempo y no dilaté, la frecuencia de Lucas llegó a cero, no había ningún médico que me asistiera y lo tenían que sacar de emergencia, por eso él nació con asfixia severa, prácticamente muerto”.
Los médicos tardaron nueve minutos en revivir a Luca, durante tres días seguidos convulsionó causando la desesperación de sus padres que en todo tiempo le pedían a Dios un milagro.
“Al séptimo día no me dejaban verlo, porque amaneció muerto y lo estaban reviviendo”, relató la joven madre.
Al finalizar su estadía de 20 días en la Unidad de Cuidados Intensivos, madre e hijo fueron dados de alta con la advertencia de los médicos que debido a su parálisis cerebral moderada no iba a poder caminar, hablar, llorar y hacer lo que todo niño normal haría.
“Cuando me lo entregaron no lloraba, no succionaba, no se movía, pasaba con dos medicamentos que lo mantenían sedado todo el tiempo. Los médicos me dijeron que él no iba a caminar, que era un vegetal, pero yo tenía la fe que él iba a salir adelante”.
A los tres meses de nacido Luca inició un arduo camino de fisioterapia en la Teletón, que lo ayudaron poco a poco a gatear y a comunicarse por medio de señas, hace seis meses logró mantenerse de pie y dar sus primeros pasos.
Aunque aún falta un largo camino por recorrer, el pequeño de dos años venció la muerte y según su mamá de ahora en adelante puede superar cualquier dificultad.
“Luca aún no habla, solo dice mamá, la meta es lograr que él se exprese, no importa el tiempo que tarde, yo sé que va a lograr hablar, caminar y valerse por sí mismo”, dijo entre lágrimas Marisol, quien dejó su carrera de arquitectura para dedicarse de lleno a la rehabilitación de su hijo.
Actualmente Luca recibe terapia de lenguaje en la Teletón y además está en un centro de estimulación temprana, donde ha aprendido a relacionarse con otros niños.
