“Regreso el 9 de octubre a SPS permaneceré tres días en el obispado recojo mis cosas para ir a vivir con los misioneros claretianos a la colonia Felipe Zelaya y colaborar en la pastoral que ellos realizan”.
Con la contundencia que lo caracteriza, agradecido por el cariño y con una sonrisa, el obispo emérito Ángel Garachana Pérez viajó a España hoy.
Puede ser su último viaje donde cumplirá compromisos personales que tiene desde hace 28 años y que por su trabajo al frente de la diócesis no pudo cumplirlos.
Luego de muchas despedidas y demostraciones de cariño de parte de los sampedranos el “ángel” de los sampedranos partió a su país y pasará unos seis meses sabáticos en su natal Barbadillo de Herreros.
Como ocurrió con su llegada, hace 28 años, también muchas personas llegaron a despedirlo para desearle un buen viaje y agradecer el trabajo pastoral realizado en el país.
“Estoy siendo despedido, venía tranquilo al aeropuerto acompañado con la secretaria del obispado pero veo que ha venido más gente y ese es un signo de aprecio y agradecimiento de tantos que he recibido estos últimos meses por mi trabajo” dice.
El obispo aprovechó para agradecer el afecto a todos los fieles católicos de SPS y expresó que es recíproco.
“Misión cumplida como obispo de la diócesis de SPS pero misión cumplida definitivamente no porque eso es cuando Jesús ya estaba en la cruz. Yo cuando esté ya para terminar podré decir misión cumplida y ojalá pueda decir cumplí e hice lo que tenía que hacer siempre con limitaciones, defectos y fallos, pero habiendo puesto alma vida y corazón en la misión que Dios me encomendó” indicó.
Reveló que al regresar a Honduras comenzará una nueva y última etapa ya como misionero obispo y colaborando en las diversas formas que pueda pero siempre por el bien de la iglesia y de mi querida Honduras.
“Los 28 años han sido de caminar en la diócesis de SPS ciertamente bajo mi gobierno pastoral pero todo lo logrado es fruto de la colaboración de todos por eso mi petición es que sigan haciendo su misión con el arzobispo en comunión y participación para que el pueblo tenga vida”.
El arzobispo Miguel Lenihan acompañó al obispo emérito al aeropuerto igual que decenas de personas. “Buen viaje monseñor, gracias por su trabajo pastoral. Lo esperamos con los brazos abiertos”.
