Efectivos de la Policía Nacional registrarán a cada ciudadano en la puerta del centro electoral para evitar la introducción de armas, bebidas alcohólicas y otros objetos que representen una amenaza para las elecciones de este día en Honduras.
Las autoridades efectuarán las revisiones en la mayoría de centros electorales del país, particularmente en las grandes ciudades, como San Pedro Sula, Tegucigalpa y La Ceiba.
Las personas que porten cualquier arma de fuego, municiones, explosivos y otros artefactos serán multados o recluidos en una cárcel bajo cargos criminales, entre ellos, el delito de terrorismo.
Ya está en vigencia la ley seca en todo el país.
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El martes anterior, el Poder Ejecutivo emitió un decreto que prohíbe absolutamente la portación de armas (registradas legalmente) a todos los ciudadanos entre el 23 y 30 de noviembre.
Las autoridades policiales, que deben estar a unos 50 metros de las urnas, también registrarán al azar a las personas que circulen por las calles circundantes de los centros de votación.
Las autoridades pueden acusar de terrorismo a quien porte un arma de guerra.
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En la Gran Central Metropolitana, los efectivos policiales seleccionarán de manera aleatoria autobuses y los someterán a inspecciones para evitar la circulación de cualquier tipo de arma, registrada o no.
Solamente los cuerpos de seguridad del Estado, guardas de agencias de seguridad y escoltas son los únicos que podrán portar armas en sus lugares de trabajo o cuando circulen por razones laborales.
El Ejército, la Policía Militar (PM) y Dirección Policial de Investigaciones (DPI), a la vez, estarán vigilando todos los negocios que se dedican a comercializar bebidas alcohólicas con el objeto de hacer prevalecer la prohibición establecida por el Tribunal Supremo Electoral.
Desde ayer a las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde de este lunes, ningún negocio podrá vender bebidas alcohólicas, si violentan esta disposición serán multados y perderán el producto.