Inscripción exprés de observadores de Libre despierta rechazo de sociedad civil

Las recientes acciones del Fonac generaron alarma entre organizaciones de sociedad civil, que advierten que el proceso podría beneficiar a ciertos intereses políticos y poner en riesgo la legitimidad del seguimiento electoral independiente

Tegucigalpa, Honduras.

En apenas 48 horas, el Foro Nacional de Convergencia (Fonac) sustituyó a 564 observadores y acreditó a más de 9,000 ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), un proceso que ha generado rechazo en la sociedad civil por la rapidez, el contexto político y la aparente afinidad partidaria de muchos de los acreditados.

Aunque el Fonac ha participado históricamente en la observación electoral desde su creación, esta vez su papel es cuestionado por la magnitud del registro y por coincidir con la reciente destitución de Omar Rivera como secretario ejecutivo, reemplazado por Mario Urquía, cercano al oficialismo.

LA PRENSA Premium publicó en exclusiva la maniobra política que se gestó dentro de una de las organizaciones más activas de la sociedad civil en Honduras para acreditar en un tiempo récord a miles de observadores, un gran número simpatizantes del oficialista partido Libertad y Refundación (Libre).

“Sacaron a Omar para controlar a los observadores que tenía el Fonac, están secuestrando el espacio cívico para acreditar activistas del partido de turno. Omar Rivera era una piedra en el zapato, por eso lo removieron”, comentó Jorge Jiménez, presidente de la Asociación de Jóvenes Promotores y Defensores de Derechos Humanos (Joprodeh).

“Nosotros tardamos 15 días en acreditar apenas 47 observadores, porque se debe garantizar la imparcialidad y la verificación de datos. Nos preocupa cuando organizaciones como la ASJ no logró la cantidad que obtuvo el Fonac, que lo hizo bajo una maniobra política de partido de Gobierno.”, agregó.

"Porque el simple hecho de que vaya a estar esa cantidad quiere decir que habrá algún tipo de preventa o intención de alinear a toda esa gente en la observación. Lo preocupante de esto es que los observadores tienen una función esencial, incluso en los conteos especiales. Si lo que ellos han venido diciendo es que los observadores van a anunciar un supuesto fraude, entonces no me cabe la menor duda de que esas 9,000 personas son las que estarían preparadas para esa acción", agregó.

Otros representantes de sociedad civil, que prefirieron permanecer en anonimato, rechazaron la acción de Urquía, al mismo tiempo que argumentaron que su gestión busca controlar la observación electoral y favorecer al partido de turno, poniendo en riesgo la transparencia del proceso.

Rivera dirigió el Fonac desde 2020, hasta que el pasado 28 de octubre fue reemplazado por Urquía.

El Fonac desempeña un papel clave como organismo veedor de políticas públicas en Honduras. En 2022, el Gobierno, a través del Congreso Nacional, intentó suprimir la organización, un hecho que analistas y la oposición interpretaron como un intento por acallar a la sociedad civil crítica y reducir los espacios cívicos.

Un informe de la Red por la Defensa de la Democracia (RDD), publicado este miércoles, advirtió sobre la “injerencia del oficialismo en organizaciones de sociedad civil”, señalando casos como el nombramiento de Nelson Licona al frente del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) y la exclusión de 564 observadores independientes a quienes se les negó la acreditación, mientras se inscribieron “de manera arbitraria” más de 9,000 nuevos observadores.

Riesgos

Para la analista jurídica Alejandra Fuentes, la forma acelerada en que se inscribieron los observadores “puede malinterpretarse como un intento por cooptar o controlar el proceso de observación”.

“Más allá de la posible cooptación que se le está haciendo a la organización, se trata de controlar este proceso y de alguna manera quitarles validez a las demás organizaciones”, añadió.

Fuentes advirtió que este escenario podría deslegitimar los esfuerzos de otras entidades con experiencia en observación electoral.

“Fonac será la organización con el número más alto de observadores, y es posible que las declaraciones sean que es la organización con mayor certeza para dar observaciones. Imagine un escenario en el que los resultados no reflejen la voluntad de la ciudadanía, y quien salga a defender esos resultados sea esta institución que ahora cuenta con 9 mil observadores, la percepción de la gente será que tiene mayor validez porque tiene mayor cantidad", agregó.

Sin embargo, explicó que la mayoría de organizaciones tiene claro que lo más importante en las observaciones es la metodología que se utiliza, no la cantidad.

Fuentes señaló que esto pone en peligro los ejercicios de observación, pues la mayoría de las personas inscritas provienen del oficialismo. "Yo he estado involucrada en varios ejercicios de observación y le puedo ser honesta al decirle que no se consiguen 9 mil personas en 48 horas; habría que preguntarse qué se les está ofreciendo o a través de qué se les está obligando a estas personas para que sean parte", mencionó.

Panorama

De acuerdo con información a la que accedió LA PRENSA Premium, el Fonac es la institución nacional con más observadores electorales acreditados, con un total de 9,731.

Le sigue la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) junto con la Red por la Defensa de la Democracia (RDD), con 7,009 ciudadanos, y en tercer lugar está el Primer Colegio Profesional Hondureño de Maestros (Pricphma), con 3,004 observadores.

Para el analista Héctor Soto, este fenómeno refleja la profunda fractura que vive el país. “Honduras está muy polarizada alrededor de dos proyectos de país totalmente diferentes. Eso se refleja en la observación electoral. Hoy hay casi 70 organizaciones nacionales e internacionales haciendo observación, y ahí también hay un reflejo de esa fractura”, explicó.

Soto también señaló que la rapidez con la que el Fonac acreditó a los observadores genera preocupación. “Sorprende la velocidad con la que lo hicieron, definitivamente eso llama la atención porque fue en muy corto tiempo. Es algo que la ley permite, pero claramente tiene un componente político”, dijo.

El experto advirtió que el principal riesgo radica en que los observadores pierdan independencia el día de las elecciones. “El riesgo es cuál va a ser la línea ética de la postura de ese volumen tan grande de observadores y del reglamento del CNE, o si el 30 de noviembre se van a saltar las bardas y van a generar más confusión que certeza en un día que se pinta bastante problemático”, advirtió.

A poco más de dos semanas de las elecciones generales, la controversia en torno al Fonac evidencia una lucha por el control de la narrativa sobre la transparencia electoral.

Para los expertos, el desafío es garantizar la logística del voto y blindar la legitimidad de la observación electoral de todas las organizaciones habilitadas. "Las autoridades y actores estatales deben abstenerse de interferir o deslegitimar la observación; su rol es facilitar, no condicionar", mencionó la RDD en un reciente comunicado.

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Redacción web
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Artículo elaborado por la unidad especializada en investigación periodística, reportajes de profundidad y análisis de datos. Se omiten los nombres por protección.