04/12/2025
12:59 AM

Rechazo ciudadano

    La Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES), recién presentó en Tegucigalpa el documento intitulado “Estudio de Cultura Cívica y Convivencia en Honduras”, investigación de campo efectuada en 2023 que incluyó a 30 grupos focales en los 18 departamentos, realizándose 62 entrevistas a funcionarios y actores sociales, transversalmente.

    Entre los hallazgos más importantes sobresale el hecho que nuestros compatriotas muestran su inconformidad, repudio y alienación con diversas temáticas que impactan en sus vidas.

    Detallamos: la conducción del Estado construido en los últimos años, las cúpulas de los partidos políticos, a las que responsabilizan por las actuales condiciones en que se encuentra el país, la corrupción prevaleciente, percibida como un problema estructural, consolidado y perpetuado por los partidos políticos, la inexistencia de una verdadera democracia como sistema y forma de vida, elecciones fraudulentas, ausencia de transparencia en la gestión pública.

    Adicionalmente, el pesimismo con el que se percibe tanto el presente como el futuro, tanto en lo personal como en lo colectivo.

    La lectura de estas respuestas brindadas a los entrevistadores es desalentadora, pero apegada al sentir y pensar de amplias mayorías ciudadanas, que han perdido la fe tanto en los partidos políticos como en sus dirigencias, por su codicia desmedida, la manipulación de sus correligionarios de base, la ausencia de valores éticos que orienten su accionar, evidenciando un egoísmo tal en que la prioridad es el bienestar material de redes corruptas antes que el bien común. El doy y el das, en negociaciones bajo la mesa, es el comportamiento habitual de quienes controlan sus juntas directivas.

    Perciben el acceso al poder como un botín, la oportunidad de enriquecimiento rápido e ilícito para ellos (as) y sus parentelas, con discursos de campaña irreales por su contenido demagógico e hipócrita, sabiendo de antemano la imposibilidad de concretarlas una vez hechos gobierno.

    No es casual entonces, que el porcentaje de abstencionismo electoral tiende al alza, como forma de protesta por parte del electorado, cada vez más inconforme con el comportamiento de los partidos y quienes han llegado a privatizarlos.

    ¿Tomarán en cuenta las y los políticos la percepción que de ellas y ellos tiene la ciudadanía? ¿Serán capaces de rectificaciones oportunas y puntuales? ¿Veremos cambios significativos en sus conductas públicas? O, por el contrario, ¿continuarán impávidos, indiferentes, actuando y prometiendo más de lo mismo?

    El año próximo puede ser la ocasión propicia para el inicio de una verdadera y genuina rectificación. La sociedad y los medios de comunicación estaremos pendientes y vigilantes.