24/11/2025
09:51 PM

Las dos caras

    Las explicaciones de los externos en los mundos confusos de la economía y las finanzas pueden ser correctas como también lo son las apreciaciones de los ciudadanos al referirse a los ajustes que, generalmente y por hábito, sólo están destinado a una de las dos partes de que constan las cuentas sean públicas o privada: los ingresos y los gastos. ¿Será verdad que en el esfuerzo, entiéndase sacrificio, para acercar el debe al haber se considerarán las dos caras o, por el contrario, aviesamente todo está arreglado para seguir en lo mismo?

    Llamó la atención recientemente e hizo sonreír al escuchar la existencia de un organismo obeso y la ilusión de convertirlo en atlético, muy al tono de fin de año, fin de gobierno, e inicio de la nueva administración. Si no fuera por la experiencia, se habrían multiplicado las expresiones de satisfacción, pero el mundo de las palabras está tan distante del real que ya se ha perdido, colectivamente, la gran parte de la capacidad de relacionarlos a ambos.

    Pero, en fin, como no hay mal que dure cien años... a los hondureños se nos presentan medidas concretas y determinantes para lograr aumentar los ingresos, sin la contraparte, también determinante y real, de disminuir el gasto para que el desbalance vaya cediendo y la eficiencia de las fuentes de riqueza interna, trabajo, sea completada con menor asistencia externa mediante créditos e intervención en el mercado financiero internacional.

    En pocas palabras: Los gastos durante este año han rebasado tales límites que la última operación financiera para la colocación de bonos soberanos ha sido calificada de “desesperada” por las condiciones en que fue realizada, evidenciando el alto nivel de riesgo del país.

    Para no deteriorar más la confianza de los hondureños es necesario apuntar con tino y decisión hacia los gastos, entre los que se incluyan la reducción real de la planilla oficial, comenzando por lo alto, donde generalmente se originan los mayores egresos y donde menos afectaría el desempleo, pues esos personajes de colección y asesorías con salarios u honorarios.

    Austeridad, proclaman quienes van de camino hacia la cumbre. Se necesita trazar líneas maestras a las que toda auditoría social deben prestar muchísima atención, puesto que en la administración de los recursos de todos no hay rendimiento efectivo de cuentas y mucho menos organismos independientes que se enfrenten a funcionarios o personas en cargos públicos por elección popular para exigirla.

    Intentar aumentar los ingresos con ajustes que rara vez lo consiguen, se preocupan los gobernantes, pero la eficiente administración de los bienes públicos y la cacareada austeridad tienen su mayor enemigo, a todos los niveles y en todas las oficinas, en la corrupción. ¿Habrá adecentamiento? Serán menos amargos los tragos, porque este es el primero del 2014-2018.