02/12/2025
06:58 PM

Los mismos problemas

Graco Pérez

En 2023 fue descubierto el cometa C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS por un equipo de astrónomos chinos y sudafricanos del Observatorio Purple Mountain de China, con el telescopio ATLAS en Sudáfrica.

Se cree que se originó en la Nube de Oort, que los astrónomos consideran una zona que rodea el sistema solar, formada por millones de desechos espaciales congelados de tamaños de montañas que se disparan al espacio.

Al desaparecer de la vista de los humanos a finales de octubre, el cometa podrá verse con telescopios avanzados a medida que se aleja y vuelve a buscar su ruta hacia los confines de la galaxia.

Los astronautas de la Estación Espacial Internacional iniciaron el seguimiento, con fotografías del cometa, cuando se aproximaba a la Tierra desde finales del mes de septiembre.

A medida que se acerca al Sol, el calor hace que su hielo se transforme en gases y libere partículas de polvo atrapadas en el hielo, que es lo que provoca su notable “cola”.

“Los científicos supusieron que podría desintegrarse durante ese paso por el Sol, ya que su composición volátil y helada era incapaz de soportar el intenso calor, pero sobrevivió más o menos intacto”, explicó la Nasa.

El brillo de los cometas se mide con la misma escala que se utiliza para las estrellas, una gradación que se aplica desde aproximadamente el año 150 a.C., cuando fue ideada por Hiparco y perfeccionada por Ptolomeo.

El cometa está pasando tan cerca de la Tierra, a unos 70 millones de kilómetros, que es posible contemplarlo a simple vista.

Si alguien no lo observó, es seguro que ya no lo hará en el futuro, porque tendría que esperar unos 80,000 años.

Por lo visto hasta ahora, también es seguro que entonces Honduras seguirá teniendo los mismos problemas.