La Jornada Mundial de la Juventud 2023, celebrada en Lisboa, Portugal, la semana pasada, ha sido sin lugar a dudas un acontecimiento que nos invita a grandes reflexiones como Iglesia.
Desde las impresionantes imágenes del “Campo de la gracia”, con aproximadamente millón y medio de jóvenes en torno al Papa Francisco para celebrar la tradicional vigilia y misa de clausura, que avivan la esperanza en una iglesia con futuro y con un mañana vibrante. Pasando por las nuevas formas de evangelización en las redes, en las que reflexionaron los influencers católicos del mundo, y que seguramente tendrá ecos en los próximos años.
Las distintas catequesis y homilías, así como la música, conciertos y el mix tecnho del sacerdote Guilherme Peixoto, DJ de profesión que revolucionó el despertar de los peregrinos el domingo al ritmo de su “Catholic sesión”. Hasta llegar a la seria necesidad de evaluar algunas decisiones de logística y liturgia que han dejado mucho qué desear y que pueden terminar empañando la experiencia de fe de miles de jóvenes, como las ya tristemente célebres, cajas de herramientas en las que se reservó el santísimo sacramento, al culminar la misa de clausura.
Y es que no hay que confundir “dogmatismo” con la necesidad de mantener el mínimo de dignidad en las cosas sagradas. En su momento y a su tiempo, esto debe revisarse y evaluarse.
Lo cierto es que esta cita juvenil internacional de fe, que dio inicio en 1985, no pierde vigencia y los últimos tres papas han sabido utilizar este “areópago” para darle frescura al Evangelio y hacerlo entendible y cercano a las nuevas generaciones que, se enfrentan a una crisis de valores y de fe. Juan Pablo II nos dijo en ROMA 2000: Con Cristo la santidad es posible. Contad con él, creed en la fuerza invencible del Evangelio y poned la fe como fundamento de vuestra esperanza. Jesús camina con vosotros, os renueva el corazón y os infunde valor con la fuerza de su Espíritu.
” Benedicto XVI en Madrid 2011 nos invitó:” Queridos amigos: sed prudentes y sabios, edificad vuestras vidas sobre el cimiento firme que es Cristo. Esta sabiduría y prudencia guiará vuestros pasos, nada os hará temblar y en vuestro corazón reinará la paz. Entonces seréis bienaventurados, dichosos, y vuestra alegría contagiará a los demás. Y el Papa Francisco nos ha dicho en Lisboa 2023: En la Iglesia, hay espacio para todos. Para todos. En la Iglesia, ninguno sobra.
Ninguno está de más. Hay espacio para todos. Así como somos. Todos. Y eso Jesús lo dice claramente. Cuando manda a los Apóstoles a llamar para el banquete de ese señor que lo había preparado, dice: “vayan y traigan a todos”, jóvenes y viejos, sanos, enfermos, justos y pecadores.
¡Todos, todos, todos! Ahora los miles de jóvenes peregrinos tienen la misión de compartir los frutos de esta jornada en sus comunidades locales. La próxima cita será en Corea del sur, en la JMJ de Seúl 2027.
