27/04/2024
08:48 PM

¡Iniquidad!

Es reconocido que estos tiempos hemos visto la iniquidad en su máxima expresión como la maldad, injusticia, abuso y perversidad viene de la palabra del latín iniquitatis.

Alejandro Espinoza

“Nadie eligió nacer, pero todos somos llamados a elegir dónde vivir la eternidad”.

Según el diccionario de la Real Academia Española, iniquidad significa maldad o injusticia grande, esta palabra significa falta de la ley o negación de la ley como también la aplicación incorrecta de la ley; siendo que el liberalismo desvincula de la ley divina y toda ley exterior al individuo, originando el nacimiento del relativismo moral.

Es reconocido que estos tiempos hemos visto la iniquidad en su máxima expresión como la maldad, injusticia, abuso y perversidad viene de la palabra del latín iniquitatis que significa cualidad de injusto, impiedad o culpa; es la decisión interna de obstinación en contra de la ley natural y ley espiritual contra Dios mismo que implica el corazón. La iniquidad es generacional, la inclinación a hacer lo malo, las familias enteras que se ven afectadas por la drogadicción, el alcoholismo, el odio, la mentira, el robo.

Cuando el corazón humano manifiesta la malicia, malas intenciones, falsedad y egoísmo; es impresionante ver que personas que recibieron ayuda, estima y confianza se vuelvan en contra de sus propios padres, madres, hijos sin respetar los principios de autoridad, cuando una persona actúa así de engañar, sobornar y traicionar y pasar por encima de los demás para alcanzar lo que desea, su fin no podrá ser diferente al de Judas.

“Este, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron” Hechos 1:18. Así como hemos visto en este último tiempo la maldad que deja asombrados a las personas, hay una verdad y es que la gracia de Dios está allí para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de maldad. “Entonces, dijo David a Dios: he pecado gravemente al hacer esto; te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he hecho muy locamente”. 1 Crónicas 21:8.