26/04/2024
07:52 PM

Algo sobre Ignacio Larrañaga

Mimí Nasthas de Panayotti

¿A qué se debe el fenómeno de Ignacio Larrañaga? Camilo Luquin lo constata así:

1. El padre Ignacio (español, conocido como el Profeta de la Oración) llegó en el tiempo justo, el tiempo de Dios. Se notaba la ausencia y urgencia de Dios en amplios sectores del pueblo latinoamericano. Se hablaba mucho de Dios, pero muy poco con Dios y desde Dios.

Se puso de manifiesto que Dios es siempre actual y siempre candente, si es anunciado con autenticidad y sin atenuaciones. En el corazón, en lo más íntimo del hombre existe siempre esta sed de Dios. La persona del predicador es una personalidad que deja huella. Y su manera de ser, su porte de artista, su talante profético, su mirada profunda, su aire de místico, son cosas que contribuyen a explicar su popularidad.

Se vio, asimismo, una vez más, con toda claridad que Dios es la fuerza liberadora, fuente de alegría y esperanza, el que da sentido a la existencia, la razón de vivir. “Con Dios todo es diferente”.

¿Cómo se define Ignacio Larrañaga? “Ciertamente, muy poca cosa, y aun casi nada. Yo soy el primer sorprendido al comprobar que hay tanta gente que me lee o me escucha. No tengo nada, casi nada... Quizás un cierto don de comunicación y nada más.”

Dejemos que el padre Ignacio nos hable más: “Es imposible ser hombres de Dios sin tratar con Él. El verdadero Dios nunca deja en paz, pero siempre deja la paz. Si Jesús no se hubiera retirado tan frecuente y profundamente a la soledad con el Padre, no hubiera sido capaz de ser tan radicalmente el hombre para los demás que fue. ¿Quién soy yo, un discípulo de Jesús o un simple luchador social? El luchador cristiano deberá refugiarse periódicamente en la soledad, como Jesús, para restañar las heridas y templar el espíritu, con aquella solidez indestructible propia de los grandes amigos de Dios.

Mis libros son un reflejo de mis propias vivencias interiores. La tarea más urgente de la humanidad y la más evangélica, es enseñar y ayudar a los hijos de los hombres a enjugar las lágrimas, calmar las penas, suavizar las angustias, controlar las obsesiones, eliminar el dolor, si salvamos los tiempos fuertes, los tiempos fuertes nos salvarán a nosotros.”