Wifredo Lam vuelve al centro del arte moderno con su obra más monumental

Después de más de seis décadas fuera del ojo público, el Museo de Arte Moderno exhibe “Grande Composition”, la obra más monumental de Wifredo Lam.

  • 06 de noviembre de 2025 a las 15:04 -

Por Victoria Burnett/The New York Times International

La pintura fue extremadamente difícil de conseguir, razón por la cual Christophe Cherix, director del Museo de Arte Moderno de Nueva York, lucía jubiloso en agosto al contemplar “Grande Composition”, una imponente obra sobre papel de 1949 del artista cubano Wifredo Lam.

“Esta es la obra más grande y la más ambiciosa realizada por el artista”, dijo Cherix. “Y jamás había formado parte de una retrospectiva”.

Hasta ahora. La obra, realizada en óleo y carboncillo, que retrata a figuras extrañas, mitad humanas, mitad equinas, fue adquirida recientemente por el museo para su primera gran retrospectiva de Lam (1902-1982), un artista formado en Europa cuyas obras surrealistas expresaban la experiencia afrocubana.

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El proceso de adquisición de “Grande Composition” ofrece una ventana a un minucioso esfuerzo de tres años por parte de Cherix y Beverly Adams , curadora de Arte Latinoamericano del museo, para reunir obras de arte e investigación que arrojarán nueva luz sobre Lam para una importante retrospectiva que iniciará el lunes.

De unos 4 metros de ancho y 3 de alto, “Grande Composition” era demasiado grande para moverla sobre su bastidor y demasiado delicada como para enrollarla con facilidad. Había estado colgada durante unos 20 años en un departamento parisino y no se ha expuesto al público desde 1963.

Esto no disuadió a Cherix, quien a principios del año pasado viajó a París con Adams. “Fuimos suplicantes” a ver el cuadro, dijo entre risas.

Los curadores realizaron cinco o seis viajes más a París. Localizaron a la restauradora francesa Isabelle Drieu La Rochelle , quien había instalado la obra. Y, tras meses de negociaciones, la compraron a su propietario.

En julio, cinco restauradores se apiñaron en el vestíbulo parisino y bajaron el cuadro sobre un caballete, moviéndose a su alrededor “como bailarinas en puntas”. Lo enrolaron con una capa de película protectora en un tubo de medio metro de diámetro y lo transportaron en avión a Nueva York.

La exposición argumenta que Lam fue uno de los pioneros del Modernismo, inventando una práctica singular al pintar al óleo sobre enormes hojas de “humilde” papel kraft; pintando al óleo sobre lienzo con una delicadeza similar a la de la acuarela; y utilizando pinturas improvisadas como pegamento mezclado con pigmento y pintura para casas. Adams dijo que también buscaba posicionar a Lam como un artista transnacional que creó “un nuevo tipo de espacio para alguien interesado en la diáspora africana en el Caribe”.

“Todos conocemos a Lam, pero en realidad no lo conocemos”, añadió Adams. “Tenemos mucho que aprender”.

Christophe Cherix (izq.) junto a Beverly Adams (centro) instalando “Grande Composition” de Wifredo Lam.

Un cubano entre lo surrealista

El artista, nacido en Cuba en 1902, hijo de padre chino y madre de ascendencia africana y española, pasó la mayor parte de su vida en España, Francia e Italia. Amigo de Picasso , se movió en un círculo de artistas surrealistas, escritores y poetas. Huyó de París en 1940 para escapar del avance del Ejército nazi y regresó a Cuba, donde pasó gran parte de la década siguiente.

Ramón Cernuda, galerista en Florida especializado en la obra de Lam, afirmó que Lam “merece un lugar destacado en las máximas filas del Surrealismo internacional”.

Una de las obras que surgieron durante la búsqueda del museo es “La Guerra Civil”, un gouache sobre papel de aproximadamente 2 metros por 2,50 metros que retrata a personas bajo ataque de tropas fascistas españolas. Los propietarios habían dejado de prestarla por temor a que se dañara, explicó Adams.

Pero en Cuba, las autoridades se negaron a prestar obras de la extensa colección de Lam del Museo Nacional de Bellas Artes por temor a que fueran confiscadas. Incluso con una procedencia clara, las obras podrían ser incautadas por un tribunal estadounidense como parte de las reclamaciones de exiliados cubanos y otras personas que buscan compensación por bienes confiscados en la revolución, dijeron funcionarios y expertos de EU y Cuba.

En Nueva York, los conservadores utilizaron espectroscopia infrarroja para determinar si “La Jungla”, la obra más conocida de Lam, era óleo o gouache (el veredicto fue óleo). La pintura, adquirida por el museo en 1945, es una “obra decisiva”, dijeron los curadores, que marca una transición de la obra de Lam de la década de 1940, donde las figuras emergen de fondos de plantas tropicales y caña de azúcar, a las obras más geométricas y las figuras más estilizadas de su arte posterior.

Ahora, corresponderá al público juzgar si los curadores han aportado un avance a la conversación sobre Lam.

©The New York Times Company 2025

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Staff NYTimes
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