The New York Times
Por: Jeffrey Gettleman/The New York Times
ROVANIEMI, Finlandia — Las Fuerzas de Defensa de Finlandia enviaron un mensaje urgente: Nos están invadiendo. Necesitamos ayuda.
Cientos de soldados estadounidenses —parte de una nueva división ártica— abordaron aviones en Fairbanks, Alaska. Tras aterrizar en el Aeropuerto de Rovaniemi, en el norte de Finlandia, los soldados desempacaron rápidamente sus fusiles de asalto M-4, tubos lanzacohetes y ametralladoras de cinta. Luego se desplegaron en los tranquilos bosques nevados, vestidos con uniformes árticos y botas impermeables.
Todo esto fue sólo un simulacro a mediados de febrero. Pero se cree que la situación es cada vez más posible. A medida que el cambio climático derrite el hielo en el Ártico, esta parte del mundo, antes tan remota y olvidada, se vuelve más accesible y disputada. Los principales ejércitos del mundo —estadounidense, ruso, chino y europeo— se están entrenando para una guerra invernal.
“Realmente ha sido sólo en los últimos cinco o seis años que todo mundo ha dejado atrás la guerra global contra el terrorismo”, dijo Robert McBride, General de brigada canadiense ayudando a supervisar los juegos de guerra. “Las naciones árticas están empezando a comprender su importancia estratégica. El Ártico ahora se ha vuelto preeminente”.
Amistad con el enemigo
El Presidente Donald J. Trump se ha estado distanciando de la OTAN y entablando amistad con Rusia, y los líderes europeos han estado explorando seriamente cómo crear su propia industria de defensa en caso de que Estados Unidos los abandone. Pero en este terreno congelado en Finlandia, la cooperación militar estadounidense y la percepción de Rusia como una amenaza creciente parecían inalteradas.
En Finlandia, que luchó contra la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial, Rusia sigue siendo el enemigo, tanto pasado como futuro. “Hay un viejo dicho finlandés”, dijo Janne Kuusela, funcionario de defensa finlandés, “Rusia tomará lo que no esté clavado a la pared”.
La relación de Estados Unidos con Finlandia, uno de los miembros más recientes de la OTAN, parece sólida. Trump recientemente jugó golf con su Presidente, Alexander Stubb. Trump después declaró, “Espero fortalecer la mancuerna”.
Ambas partes trabajaron bien juntas durante la batalla en la nieve. Los finlandeses fueron ágiles atacantes, zigzagueando por el bosque en esquís largos y estrechos. Los estadounidenses instalaron ametralladoras en pequeñas colinas redondeadas y cavaron trincheras en la nieve.
“Es como operar en el espacio”, dijo Christopher Brawley, un Coronel estadounidense, sobre librar guerra en el Ártico. “Nadie va a venir a ayudarte. Y el medio ambiente te matará”.
La regla de oro es mantenerse seco. Jackson Crites Videman, un soldado finlandés, relató una prueba rigurosa que los soldados finlandeses deben superar. Con todo su equipo puesto, incluyendo esquís, se sumergen a través de un agujero de hielo cortado en un río y deben salir sin congelarse ni ahogarse.
El día que lo hizo había una temperatura de -36 grados centígrados. Tuvo unos dos minutos para quitarse la ropa empapada y ponerse ropa seca antes de sufrir congelamiento. Y sus manos dejaron de funcionar.
“Tus amigos tienen que ayudarte con los zípers”, dijo.
Los expertos finlandeses en defensa afirman que decenas de miles de tropas rusas solían estar destacamentadas cerca de los mil 340 kilómetros de frontera entre Finlandia y Rusia, pero quedaron diezmadas en la guerra de Ucrania. Los finlandeses creen que pasarán de 5 a 10 años antes de que vuelvan a convertirse en una amenaza. Antes de la guerra, dicen los finlandeses, Rusia estaba invirtiendo en sus fuerzas árticas, modificando tanques para que operaran mejor en el frío y diseñando nuevos vehículos para tropas.
Estados Unidos ha estado haciendo lo mismo. En el 2022, designó a la 11ava División Aerotransportada, con base en Alaska, como su primera y única división ártica. La división está experimentando con nuevos uniformes y diferentes esquís de combate.
Los comandantes parecieron estar satisfechos con los juegos de guerra. Cuando se le preguntó si le preocupaba la actitud amistosa de Trump hacia Rusia, Sami-Antti Takamaa, un General finlandés, respondió, “No me preocupa en lo absoluto.
“La división aerotransportada estadounidense acaba de llegar de Alaska”, añadió. “Eso es lo que me importa”.
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