The New York Times
Por: Eric Lipton y David Yaffe-Bellany/The New York Times
WASHINGTON — Una especie de competencia se ha desarrollado recientemente en Europa, Estados Unidos y Medio Oriente, al tiempo que los dos hijos mayores del Presidente Donald J. Trump han ido en pos de una oleada de lucrativos negocios familiares, aprovechando el nombre y el poder de su padre y aparentemente tratando de superarse uno al otro.
Es una fiebre por obtener ganancias que involucra miles de millones de dólares con pocos precedentes en la historia de EU.
Un suntuoso hotel en Dubái. Una segunda torre residencial de lujo en Yeda, Arabia Saudita. Dos empresas de criptomonedas con sede en EU. Un nuevo campo de golf y complejo de villas en Qatar. Y un nuevo club privado en Washington. En muchos casos, estos nuevos tratos beneficiarán no sólo a Eric Trump y Donald Trump Jr., sino también al propio Presidente.
“No te detengas ante nada”, rezaba el folleto del nuevo Trump International Hotel and Tower de 80 pisos, de mil millones de dólares, planeado para Dubái, donde unidades salieron a la venta por primera vez a precios que alcanzan los 20 millones de dólares cada una, tras una enorme fiesta organizada en Dubái en honor a Eric Trump y el nuevo proyecto.
El maratón de negociación de tratos ha sido tan vertiginoso que muchos elementos han generado poca atención pública en EU, a pesar de que la mayoría se ha hecho pública. Esto se debe en parte a que los hijos se presentaron ante multitudes en gran medida aduladoras, pero también a que Trump, sus funcionarios nombrados y su asesor multimillonario Elon Musk acaparaban titulares con su propio flujo constante de polémicas que rompían las normas.
Ambos hijos de Trump participan en una amplia gama de negocios familiares. Eric Trump, el hijo de enmedio del Presidente, dirige la Organización Trump, el principal negocio familiar, especializado en bienes raíces. También forma parte del consejo de un holding que supervisa a World Liberty Financial, la empresa de criptomonedas de la familia, y recientemente unió fuerzas con su hermano mayor, Donald Trump Jr., para iniciar una operación de minería de Bitcoin, American Bitcoin.
Giras alrededor del mundo
La Casa Blanca ha asegurado que no hay cuestiones éticas porque los hijos de Trump operan los negocios. “Los activos del Presidente están en un fideicomiso administrado por sus hijos”, dijo Anna Kelly, portavoz de la Casa Blanca. “No hay conflictos de interés”.
Sin embargo, el reporte de transparencia financiera de Trump, que está legalmente obligado a presentar, muestra que aún se beneficia personalmente de la mayoría de estas empresas.
Eric Trump apuntó que muchas de las empresas que promueven ya estaban en marcha antes de la reelección de su padre.
Donald Trump Jr. rechazó cualquier insinuación de que estuviera lucrando con el nombre de su padre, al señalar que ha sido empresario toda su vida adulta.
Efectivamente, familiares de otros presidentes —como Billy Carter (hermano del ex Presidente Jimmy Carter) y Neil Bush (hermano del ex Presidente George W. Bush), junto con Hunter Biden (hijo del ex Presidente Joseph R. Biden Jr.)— han hecho negocios que han generado interrogantes sobre posibles conflictos de interés.
Lo que distingue el trabajo de los dos hijos de Trump es que varias de estas empresas, como los negocios inmobiliarios y las iniciativas en criptomonedas, generan ingresos que también benefician al propio Mandatario.
En un lapso reciente de 10 días, Donald Trump Jr. hizo paradas en Hungría, Rumania, Serbia y Bulgaria en una gira de conferencias pagadas que ha llamado “Trump Business Vision 2025”, que también incluyó visitas a líderes de gobiernos y candidatos políticos extranjeros.
Más o menos por las mismas fechas, Eric Trump se trasladaba entre Qatar, Emiratos Árabes Unidos y otros lugares de Medio Oriente para impulsar los planes inmobiliarios y de criptomonedas de la familia.
Estos argumentos de venta se desarrollaron aún mientras algunos de los socios comerciales de Donald Trump Jr. lanzaban simultáneamente otro negocio en Washington que se beneficiará del regreso de su padre a la Casa Blanca: un club llamado Executive Branch. Con un costo de 500 mil dólares por persona, el club de membresía privada será inaugurado este verano en Georgetown, una sección de Washington, en un enorme restaurante que dejó de operar.
Y luego está el mundo virtual. Los inversionistas en la memecoin $Trump compiten por convertirse en los 220 principales dueños de la moneda coleccionable y ganar una cena con el Presidente este mes. Una memecoin es una criptomoneda basada en un chiste en línea o en la mascota de un famoso, sin más función que la especulación.
La memecoin $Trump está controlada por una empresa dirigida por los hijos de Trump y sus socios comerciales, pero Trump ha animado activamente a la gente a comprarla.
El 30 de abril, Eric Trump viajó a Doha, la Capital de Qatar, al tiempo que un funcionario gubernamental allí firmaba un acuerdo con una inmobiliaria saudita para construir un nuevo campo de golf y villas de lujo de Trump, una asociación que generará millones de dólares en comisiones de administración y uso de marca para la familia Trump.
Este es uno de los seis proyectos inmobiliarios planeados en Medio Oriente, patrocinados por Dar Global, la filial internacional de una inmobiliaria saudita con estrechos vínculos a la familia real saudita. Los demás proyectos se ubican en Arabia Saudita, Omán y Dubái.
En un panel de una conferencia sobre criptomonedas en Dubái, Eric Trump se sentó junto a Zach Witkoff, hijo del enviado del Presidente a Medio Oriente y cofundador de World Liberty Financial, quien anunció que una firma de capital de riesgo respaldada por Abu Dhabi invertiría 2 mil millones de dólares utilizando la moneda digital ofrecida por World Liberty. Este acuerdo por sí solo podría generar cientos de millones de dólares en ingresos para la familia Trump.
Donald Trump Jr. se había adelantado a su hermano al llegar el 25 de abril a Budapest, donde sostuvo una breve reunión con el Ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, y luego fue remunerado por asistir a una cena.
“Estoy aquí sólo como empresario, pero como alguien que entiende cómo funciona el mundo”, declaró en el evento.
Su siguiente parada fue Serbia, donde la familia Trump planea construir un nuevo hotel en terrenos propiedad del Gobierno. Se reunió con el Presidente Aleksandar Vucic, cuya Administración aprobó el proyecto hotelero, que también incluye a Jared Kushner, yerno de Trump, como desarrollador.
En días recientes, el Presidente Trump también hacía su parte para generar dinero para la familia.
A inicios de este mes, asistió a un evento de recaudación de fondos en su club Mar-a-Lago, en Florida. Esta es su décima visita al club desde que regresó a la Casa Blanca en enero. Muchas de las visitas de fin de semana incluyen reuniones políticas de las que su familia obtiene ingresos.
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