The New York Times
Por: Emiliano Rodríguez Mega/The New York Times
MONTERREY, México — Jorge H. Martínez, propietario de una pequeña empresa mexicana cerca de la frontera con Estados Unidos, ha visto cómo las amenazas del Presidente Donald J. Trump de imponer aranceles elevados han trastocado los mercados.
Pero está entusiasmado al respecto.
Mientras gran parte del mundo empresarial mexicano se ha preocupado por las consecuencias tipo pesadilla que podrían causar los aranceles, Martínez vio una oportunidad.
“En una crisis, si estás preparado, ganas”, dijo Martínez, de 40 años, en su oficina, por encima del sonido de máquinas que escupen diminutas piezas de plástico. “La verdad es que todo esto nos benefició”.
Es el director ejecutivo de Micro Partes, que cuenta con unos 50 empleados en Monterrey. Crean un universo diminuto de correas, conectores, sujetadores, arandelas, bridas y abrazaderas —objetos cruciales para muchas líneas de producción. Los productos incluyen un anillo hueco para proteger los cables al atravesar las paredes y botones para sujetar anuncios a los carritos de compra.
Martínez tiene mucho tiempo de enfrentar fuerte competencia de China, donde muchas de estas piezas se fabrican a bajo precio.
Pero ahora que importarlos ya no es barato, su empresa se suma a una tendencia: las empresas están buscando proveedores locales, principalmente en el norte de México, para obtener los componentes que solían importar. La búsqueda comenzó antes de que Trump asumiera el cargo, pero se ha intensificado con sus amenazas arancelarias.
Dragón rojo
Sin embargo, en marzo, la Administración Trump dijo que los aranceles no aplicarían a las importaciones comercializadas bajo un acuerdo de libre comercio firmado por Estados Unidos y sus vecinos del norte y del sur.
“Asegúrense de que todo su proceso, toda su cadena de suministro, esté en América del Norte”, dijo Alberto Villarreal, director administrativo de Nepanoa, una consultora de Chicago.
El pacto comercial trilateral, el T-MEC, fue impulsado por Trump en su primer mandato. Ahora, para calificar para un trato preferencial y eludir los aranceles de Trump, un producto debe fabricarse en la región, con al menos algunos de sus materiales provenientes de allí.
Así se inició una búsqueda frenética de empresas locales que fabricaran piezas.
“Había urgencia por encontrar proveedores en la región y dejar de importar de Asia”, dijo Martínez.
Las ventas de su empresa aumentaron 32 por ciento en el primer trimestre de este año, contra el mismo periodo del 2024.
“El bloque norteamericano tiene que competir con el Dragón Rojo”, dijo Martínez, en referencia a China. Por ahora, añadió, eso podría significar encontrar más proveedores como él en México.
“Y aquí estamos, listos, levantando la mano”, dijo.
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