Una nueva plaga de chinches en Estados Unidos ha hecho que los residentes de casas y apartamentos tomen medidas desesperadas, como rociar pesticidas peligrosos.
El problema ha adquirido tales dimensiones que la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés) advirtió este mes que se evite utilizar bajo techo sustancias químicas creadas para su uso al aire libre.
La agencia también advirtió del aumento de las compañías de control de plagas y de otras que hacen “promesas de efectividad y bajo costo carentes de realismo”.
Peligrosos
Estos insectos que chupan la sangre están infestando las casas de Estados Unidos en una escala no vista en más de medio siglo, y en gran medida se han vuelto resistentes a los pesticidas comunes.
Las chinches, una plaga doméstica durante siglos, casi desaparecieron en las décadas de 1940 y 1950 por el uso generalizado del DDT, pero este pesticida fue prohibido en 1972 por ser demasiado tóxico para la fauna silvestre, en especial los pájaros. Desde entonces, estos insectos se han hecho resistentes a las sustancias químicas que lo reemplazaron.
Ahora, algunas personas han comenzado a experimentar con sustancias químicas más peligrosas que pueden dañar el sistema nervioso central, irritar la piel y los ojos o incluso causar cáncer.
Las autoridades de Ohio, que luchan contra la proliferación de esta plaga en Cincinnati, Columbus, Dayton y otras ciudades, revisan con la EPA la aprobación del uso del pesticida Propoxur en interiores.
Según la agencia, el Propoxur es un posible agente cancerígeno y ha estado prohibido para su uso en hogares desde 2007.
Otros 25 estados apoyan la solicitud de Ohio para hacer una excepción de emergencia.