San Nicolás de los Ranchos es un pequeño pueblo ubicado en las laderas del volcán Popocatépetl, que ha visto su actividad incrementada en las últimas semanas, y que ha forzado a las autoridades a elevar el nivel de alerta, ante una posible erupción.
Pero esto no impide que los habitantes pinten sus cuerpos, se pongan máscaras y dancen por las estrechas calles coloniales del pueblo, buscando alegrar el espíritu del volcán para calmarlo.
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Los “xincates”, como son conocidos los bailarines, originalmente hacían su danza para pedir por buenas cosechas, pero luego la tradición fue mutando para buscar agradar a “Don Goyo”, como llaman al volcán los lugareños, que tiene actividad constante desde 1994 y está ubicado en el límite de los estados de México, Puebla y Morelos. Unos 25 millones de personas habitan a menos de 100km de su cráter, haciéndolo uno de los volcanes más peligrosos del mundo.
Las autoridades elevaron el nivel de alerta debido a la fuerte actividad eruptiva que presentó durante el mes de marzo, aunque por ahora no ha habido evacuaciones, algo que los habitantes de San Nicolás de los Ranchos, esperan que nunca ocurra. Texto, foto y video de AFP.
