Dos niños que intercambiaron mensajes de texto diciéndose ‘te quiero’ el uno al otro una noche antes del tiroteo escolar en Uvalde, Texas, serán sepultados el uno junto al otro.
La amistad de Annabell Guadalupe Rodríguez y Xavier James López, ambos de 10 años y estudiantes de cuarto grado de la primaria Robb de Uvalde, ha conmovido a los estadounidenses luego de que sus padres compartieran detalles de los menores.
Mónica Gallegos, madre de Annabell, relató a ABC News que se enteró por primera vez de los sentimientos de los niños cuando su hija llegó a casa de la escuela el primer día de clase de cuarto grado y habló sobre un niño que se vestía y olía “muy bien”.
La madre de Xavier, Felicha Martínez, pronto descubrió que los niños intercambiaba mensajes de texto antes de irse a dormir.
“Felicha y yo nos reíamos, ‘¿qué saben estos niños del amor?’”, dijo Gallegos a ABC News.
Annabell y Xavier murieron dos días antes de que terminara el año escolar cuando un joven armado entró a su escuela y disparó contra la clase, matando a 19 niños y dos maestras.
Ahora sus padres han decidido enterrarlos uno al lado del otro en el Cementerio Hillcrest de Uvalde.
Las historias de las víctimas de la masacre siguen conmocionando al país. Ayer, Miah Cerrillo, compañera de Xavier y Annabell, relató con aterrador detalle los momentos de terror que se vivieron en su salón de clase durante el tiroteo.
Recordó que habían estado viendo una película y que cuando el pistolero irrumpió se protegieron detrás del escritorio de la maestra y de sus mochilas.
“Él le dijo a mi maestra ‘buenas noches’ y luego le disparó en la cabeza. Y luego le disparó a algunos de mis compañeros de clase y a la pizarra”, dijo Miah en una intervención pregrabada en video.
“Cuando fui hacia las mochilas, le disparó a mi amiga que estaba a mi lado y pensé que iba a volver a entrar en el aula, así que tomé un poco de sangre y me la unté por todo el cuerpo”.
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Miah relató que se mantuvo en completo silencio, antes de agarrar el celular de su maestra muerta apenas pudo y marcar el número de emergencias 911.
“Les dije que necesitábamos ayuda, y ver a la policía en nuestra aula”, dijo.
La policía en Uvalde ha sido muy criticada tras conocerse que más de una docena de oficiales esperaban afuera y no hicieron nada mientras los niños yacían muertos o moribundos.
