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Huracán Jimena se debilita a categoría 2

  • Actualizado: 02 septiembre 2009 /

El huracán Jimena impactó el miércoles en el centro de la Península de Baja California después de azotar la región de Los Cabos con intensas lluvias y fuertes marejadas.

El huracán Jimena impactó el miércoles en el centro de la Península de Baja California después de azotar la región de Los Cabos con intensas lluvias y fuertes marejadas.

Pero los vientos del otrora poderoso huracán se habían debilitado a un máximo de 165 kilómetros (105 millas) por hora en las primeras horas del miércoles, y el Centro Nacional de Huracanes en Miami pronosticó que seguirá debilitándose a su paso. En tierra se sentían ráfagas huracanadas.

Pese a ser azotado por la periferia del entonces huracán de categoría 3, el principal balneario de la península, Los Cabos, no sufrió mayores daños a excepción de cortes de electricidad, caminos enlodados y carteles derribados.

Decenas de personas evacuadas del barrio de tugurios Los Cangrejos se refugiaron en una escuela a oscuras debido a un corte de electricidad durante la tormenta. Tratando de calmar a los bebés llorosos y haciendo caso omiso a la falta de alimentos, los evacuados aguardaron hasta la madrugada para ver el efecto del huracán en sus viviendas precarias de chapas de plástico, madera y papel embreado.

'En vez de darnos unos pocos fardos de tejas alquitranadas nos deberían dar materiales para construir casas de verdad: madera, o ladrillos', dijo Paulino Hernández, un albañil desempleado que buscó refugio en la escuela. 'Todos los años es lo mismo'.

Las autoridades no reportaron víctimas en Los Cabos, pero manifestaron preocupación sobre lo que pueda pasar más adelante en tierra firme.

'Podría ser duro en Bahía Magdalena', dijo el secretario de gobierno estatal Luis Armando Díaz, refiriéndose a una bahía escasamente poblada con algunos pueblos pesqueros.

Pero Díaz agregó que Jimena también podría aliviar la sequía. 'Si sigue así, y no hay mayor impacto, será más beneficioso que perjudicial', opinó.

Las autoridades en el estado de Baja California del Sur prepararon refugios para albergar a 29.000 personas.

Jimena pierde fuerza, alerta en Baja California

Cientos de turistas abandonaron sus alojamientos de lujo en el extremo sur de la península de Baja California a medida que el huracán Jimena avanzaba rugiente hacia allí ayer, mientras los habitantes de los barrios pobres, preocupados por posibles saqueos, se resistían a dejar sus viviendas precarias.

Jimena se degradó ayer a la aún poderosa categoría 3, con vientos máximos sostenidos de 205 kilómetros por hora (125 mph). El huracán podría azotar con mucha fuerza esta región de desierto árido, playas pintorescas y aldeas pesqueras el martes por la noche.

Policías, bomberos y marinos mexicanos recorrían los asentamientos pobres cercanos a Los Cabos en busca de convencer a unos 10 mil habitantes de que evacuaran sus viviendas, construidas con tablas, cañas, láminas de plástico y hasta frazadas.

“Por su propia seguridad y la de su familia, aborden la unidad o diríjanse al albergue más cercano”, voceaba el bombero Ricardo Villalobos por medio de un altavoz, mientras recorría las calles arenosas de la Colonia Obrera, un barrio pobre construido a lo largo del lecho de un río que se suele llenar cuando llega un huracán.

El gobierno mexicano declaró un estado de emergencia para Los Cabos y La Paz, capital del estado de Baja California Sur. Francisco Cota, director de protección civil de Los Cabos, dijo que más de 2 mil personas de vecindarios en terrenos bajos y campamentos de desamparados buscaron asilo en los refugios instalados en escuelas locales, y muchos más se fueron con familiares a zonas más seguras.

Otras 5 mil personas fueron evacuadas y ya funcionaban 159 refugios con una capacidad para 29 mil personas, dijo el vocero estatal de protección civil, Luis Armando Diaz.

Trayectoria

La tormenta avanzaba la tarde de ayer en dirección nor-noroeste a unos 19 kph. Una advertencia de huracán permanecía en efecto para la parte sur de la península, que ya ha sido azotada por intensos vientos, grandes olas y lluvias torrenciales.

El vórtice del huracán pasaría cerca o por encima del extremo sur de la península ayer por la noche. Según los pronósticos, pasaría al noroeste de Los Cabos.

Se esperaba que unas 20 mil personas más evacuarían en otras poblaciones de la península. Las escuelas, muchos puertos y la mayoría de los comercios estaban cerrados. Trabajadores de rescate de la Cruz Roja y militares mexicanos se preparaban para tareas de auxilio tras el paso del huracán y dos aviones Hércules del Ejército mexicano trajeron suministros médicos.

Imprudencia

Un grupo de niños corría entre las fuertes ráfagas de viento el martes, ondeando pedazos de papel y bolsas de basura, bajo una lluvia intermitente.

Los meteorólogos anticipan que el huracán arrojará entre 12 y 25 centímetros de lluvia en la zona, pero ya los cauces secos de los arroyos mostraban torrentes caudalosos. Hank y Maureen Butt, turistas de Los Gatos, California, sacaban fotos afuera de su hotel en Cabo San Lucas en medio de un viento intenso.

“Las olas han estado muy buenas”, dijo Maureen Butt, enfermera de terapia intensiva.

“Creo que estaremos a salvo en lo que respecta a los daños mayores”, dijo su esposo. “Estamos en un edificio muy bueno”.
Cerca de allí, en un asentamiento pobre, Marco Nina, un albañil de 24 años, observaba con desconfianza un arroyo que crecía a metros de su vivienda de chapa.

“Estamos aquí con los nervios de punta”, dijo. “Si se viene, el techo no va a resistir. Otras tormentas han pasado pero no tan fuertes”.
Funcionarios locales dijeron que el huracán Juliet, de categoría 4, fue la tormenta más dañina en la historia del estado: dejó varias muertos y perjuicios por 20.5 millones de dólares en septiembre del 2001.