El ex presidente marfileño Laurent Gbagbo fue detenido ayer tras una ofensiva generalizada de las fuerzas de su rival Alassane Ouattara, apoyadas por medios aéreos y blindados de las fuerzas francesas y de la misión de Naciones Unidas, ONUCI.
“Laurent Gbagbo fue detenido por las fuerzas republicanas de Costa de Marfil (FRCI, pro-Ouattara) y conducido al Hotel del Golf” donde se halla el cuartel general de Ouattara, dijo el embajador de Francia, Jean-Marc Simon. Gbagbo, en el poder desde 2000, se hallaba en compañía de su esposa Simone, considerada como una “dura” del régimen, y de su hijo Michel, de un primer matrimonio, precisó Anne Ouloto, portavoz de Ouattara. La televisión pro-Ouattara TCI difundió unas imágenes del ex jefe del Estado en buena salud, pero visiblemente fatigado.
“Deseo que depongamos las armas y que entremos en la parte civil de la crisis, y que acabemos rápidamente para que el país se recupere”, dijo Gbagbo en un breve extracto sonoro. En esas imágenes, aparece sentado sobre una cama en una habitación, rodeado por, entre otros, el ministro del Interior de Ouattara, Hamed Bakayoko, y el comandante Issiaka Ouattara, uno de los jefes militares del bando pro-Ouattara.
En otras imágenes, se puede ver a su esposa Simone, despeinada y aparentemente turbada. La ONU anunció que la seguridad de Gbagbo estaba garantizada por miembros de la Misión de la ONU en Costa de Marfil (ONUCI) y que la mayoría de combates habían cesado, si bien quedaban “algunos grupos de resistencia”.