Doce personas murieron ayer por disparos de las fuerzas de seguridad en manifestaciones en Siria dedicadas a los “hombres libres del Ejército”, los soldados que desertan para unirse al movimiento de protesta contra el régimen.
Varias ONG han informado de la deserción de numerosos soldados, opuestos a la represión en Siria, que según la ONU ha dejado ya más de 3,000 muertos desde mediados de marzo.
Nueve manifestantes perecieron en la localidad de Dael, en la región de Deraa, entre ellos una mujer y un niño, otro en Saqba en la región de Damasco, uno más en el barrio Al Qadam de la capital y un duodécimo en la zona de Alepo, indicó por teléfono a la AFP Rami Abdel Rahmane, jefe del Observatorio sirio de Derechos Humanos, OSDH.
La agencia oficial de noticias Sana negó la presencia de fuerzas del orden en Dael o la celebración de manifestaciones en esa ciudad, diciendo que hubo enfrentamientos entre “bandas armadas”.