La lista de cesanteados del gobierno del presidente Porfirio Lobo Sosa ya suma nueve funcionarios con los seis a quienes el Ejecutivo les “aceptó la renuncia” el sábado. Desde la semana anterior, la mayoría de sus colaboradores pusieron sus cargos a disposición del Presidente, atendiendo su solicitud.
De todas las renuncias, Lobo hizo efectivas las de Óscar Álvarez, que ocupaba el cargo de Secretario de Seguridad, y de sus dos subsecretarios, Armando Calidonio y Roberto Romero Luna.
De la misma manera, el Presidente destituyó a Mario Canahuati que dirigió la Secretaría de Relaciones Exteriores; Oswaldo Guillén, de la titularidad de la Dirección Ejecutiva de Ingresos, DEI, y Nasry Asfura que ocupaba la dirección del Fondo Hondureño de Inversión Social, Fhis.
La primera funcionaria despedida en esta administración, el 8 de julio de 2010, fue Aveli Lozano de Anduray como directora del Patronato Nacional de la Infancia, Pani; ella es esposa de Fernando Anduray, aspirante a la Presidencia por el PN, funcionario del Registro Nacional de las Personas, RNP, y miembro activo del movimiento Unión Cívica Democrática.
También el entonces comisionado de Energía Carlos Kattán Salem se fue el 14 de noviembre de 2010 y unos días antes el entonces secretario de Industria y Comercio Óscar Escalante. Al pasar el tiempo se han conocido algunas interioridades de los primeros tres despidos.
Causas de despidos
En una conferencia de prensa el sábado, el ahora exsecretario de Seguridad Óscar Álvarez y sus dos más cercanos colaboradores Armando Calidonio y Roberto Romero Luna dieron la cara y lamentaron no haber podido depurar la Policía Nacional.
Hace unos días, Álvarez había anunciado la complicidad de oficiales de la Policía con el crimen organizado, por lo que envió un decreto al Congreso Nacional para comenzar con la depuración policial. Álvarez dijo que en su gestión hubo duros golpes al crimen organizado; aunque la población sigue quejándose por el alza de la delincuencia común y organizada.
El exsecretario mencionó que estaban afectando intereses relacionados con secuestros, crimen organizado, narcotráfico, lavado de activos y otros delitos.
Días antes de su salida, Álvarez suscribió un acuerdo con el alcalde de Tegucigalpa, Ricardo Álvarez, en materia de cooperación en seguridad; pero en círculos políticos se manejó que la alianza era para apoyarse y enfrentar en las elecciones al candidato oficialista, el presidente del Congreso Nacional, Juan Orlando Hernández.
El despido de sus colaboradores Calidonio y Romero Luna van ligados a la destitución de su superior. Álvarez estuvo reunido en privado por varias horas la mañana del sábado, antes de que se hiciera pública su destitución; sin embargo, su sustituto fue juramentado a las seis de la mañana del mismo día. En esa reunión, según confirmó el mismo álvarez, le fueron ofrecidos otros cargos, entre ellos la OEA, la Cancillería y la embajada en Estados Unidos, pero no aceptó.
El excanciller
La separación que se venía esperando en las últimas semanas es la del entonces canciller de la República, Mario Canahuati, quien asumió después de las fracturas que dejó la crisis política con la comunidad internacional.
Su gestión impulsó la primera edición del Honduras is Open for Bussines en San Pedro Sula, evento para atraer la inversión al país. Pero Canahuati sufrió varios desaires de Casa Presidencial: no fue informado ni asistió a las negociaciones del Acuerdo Cartagena en Colombia. Para acallar rumores se dijo que el canciller no había podido asistir a Colombia por problemas personales. Las aspiraciones políticas de Canahuati, quien ya fue precandidato del Partido Nacional en la contienda interna pasada, también pudieron ser mal vistas en círculos políticos.
Todos los cambios fueron confirmados por el secretario privado de Lobo, Reynaldo Sánchez. El Presidente aún no ha hablado públicamente del tema, aunque se mantuvo en Casa Presidencial mientras las noticias se iban confirmando el sábado.
Ligados a Álvarez
Al otrora titular de la Dirección Ejecutiva de Ingresos, DEI, Oswaldo Guillén, se le achaca el constante e innecesario enfrentamiento con la empresa privada, incluidos la pequeña y mediana industria que, según denuncias, fue acosada por inspectores de la DEI. Guillén efectuaba estos operativos frente a los periodistas.
El último operativo resultó en un fiasco, porque convocó a la prensa para que sus inspectores le cerraran -con cinta amarilla- la panadería al empresario Jimmy Dacaret, objetivo que no lograron porque él tenía en su poder una constancia de la misma DEI que lo amparaba porque estaban revisando la veracidad del monto cobrado. La deuda es de 60,000 lempiras.
Oswaldo Guillén es militante de la corriente del alcalde capitalino y presidente del Partido Nacional, Ricardo Álvarez.
En círculos políticos también asocian la salida de Nasry “Tito” Asfura por haberse mencionado que será el candidato a la Alcaldía de Tegucigalpa por el movimiento de Ricardo Álvarez.
Los ministros que llegan
La Secretaría de Seguridad ha sido asumida por un oficial retirado de las Fuerzas Armadas, Pompeyo Bonilla, hombre de extrema confianza del presidente Lobo Sosa.
Al inicio del Gobierno, Bonilla tuvo que esperar que el mandatario lo incluyera en su gabinete debido a la compleja conformación de funcionarios de todos los partidos políticos.
En el transcurso de los meses, tuvo la presidencia de la Junta Directiva del Instituto de la Propiedad y fue hasta los últimos cambios que lo nombraron comisionado presidente de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, Conatel.
Bonilla, el que también ha sido diputado en varias ocasiones por La Paz, dijo sentirse comprometido para desarrollar un buen trabajo en la Secretaría de Seguridad.
El presidente Lobo Sosa no dio declaraciones sobre los últimos cambios y se limitó a mandar a su secretario privado, Reynaldo Sánchez, a que leyera un comunicado en el que admiten las renuncias de los entonces funcionarios.
En el texto, el Gobierno agradece a los destituidos por su colaboración y de manera especial lo hace con quien fuera el ministro de Seguridad, óscar Álvarez. El Presidente se amparó en el artículo 245 de la Constitución de la República al hacer efectivas las renuncias.
El nuevo titular de la Dirección Ejecutiva de Ingresos, DEI, es un profesional de la agronomía. Enrique Enrique Castellón Buchard es el sustituto de José Oswaldo Guillén, profesional del derecho.
Castellón Buchard, como parte de su trayectoria en la administración pública, ocupó la presidencia del Banco Nacional de Desarrollo Agrícola, Banadesa, en la administración nacionalista de Ricardo Maduro (2002-2006). También fue subgerente de la Enee en el gobierno de Rafael Leonardo Callejas Romero (1990-1994).
Castellón Buchard llega a la DEI en un momento en que las arcas del Gobierno tienen la meta de recaudar 50,299.6 millones de lempiras en concepto de impuestos.
Destituidos y cesanteados
Óscar Álvarez
Ministro de Seguridad. Aún conserva su curul en el Congreso Nacional.
Armando Calidonio
Exviceministro También dispone de una butaca en el Legislativo.
Roberto Romero Luna
Exviceministro Se mostró agradecido, pero dijo que la vida continúa.
René Maradiaga Panchamé
Exsubdirector de la PN Se dedicará a labores personales. Dejó su cargo.
Mario Miguel Canahuati
Excanciller. El también empresario aspira a la Presidencia del país.
Oswaldo Guillén
Exdirector de la DEI Por su afiliación al “ricardismo” se mencionaba su salida.
Nasry “TITO” Asfura
Exministro del Fhis También tiene aspiraciones políticas.
Sustitutos
Pompeyo Bonilla
Ministro de Seguridad. Militar retirado, se desempeñaba en Conatel.
Ramón Sabillón Pineda
Viceministro SPS. Se desempeñaba como jefe de Operaciones en la PN.
José Luis Muñoz Licona
Director de la PN Ayer fue ratificado en su cargo por el nuevo ministro.
Marco Tulio Palma Rivera
Subdirector de la DNIC Se manejó como sustituto de Muñoz Licona.
Alden Rivera
Canciller interino Fungía como vicecanciller de la República.
Gunter Bustamante
Director del Fhis. Labora en esa entidad. Ahora asume la titularidad.
Enrique Castellón Buchard
Director de la DEI. Fue presidente de Banadesa en gobierno de Maduro.