Tegucigalpa, Honduras.
Uno de los cinco menores que ingresaron en el hospital Mario Rivas con quemaduras por pólvora fue dado de alta, los demás están estables, según lo informado por las autoridades del centro asistencial.
El niño de siete años que dejó el hospital fue el que llegó procedente de Santa Bárbara.
Aarón Pineda, subdirector del Rivas, dijo que la mayoría de pacientes quemados que ingresan al centro es porque les cae líquido caliente; pero para esta temporada se suman los afectados por manipular pólvora.
Procedimientos.
Pineda explicó que lo primero que se hace cuando ingresa una persona con quemaduras a la sala de emergencias es anestesiarlo y llevarlo al quirófano para aplicarle un lavado quirúrgico.
“Si los cirujanos se encuentran en el rol de turno, puede hacer un lavado exhaustivo en sala de operaciones y quitar toda la piel que ha sido lastimada por la quemadura, posteriormente pasar a la unidad de recuperación adonde se vigila que el niño esté fuera de riesgo por los efectos de la anestesia para luego pasarlo la unidad de quemados”, explicó.
El médico añadió que muchos de los pacientes con quemaduras están propensos a contraer infecciones.
Pineda dijo que en el caso de las quemaduras por pólvora lo que ocurre es que hay desmembramientos en las manos, heridas en los ojos y la cara. Los pacientes que se tratan por quemaduras ocasionan un gran costo debido a que algunos tienen que ser ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos.
“Un paciente normal que se lleva a sala de operaciones anda alrededor de 10,000 lempiras diarios, pero en el caso de los quemados el costo sube porque estos deben ingresar al quirófano día de por medio, explicó el médico.
Un paciente tratado por quemaduras tiene un costo al hospital Mario Rivas de alrededor de 20,000 lempiras por día.
En San Pedro Sula solo el Mario Rivas y el hospital de la Fundación Ruth Paz tienen sala para atender pacientes con quemaduras. “Lo más común que tenemos son niños quemados por agua o líquidos calientes”, dijo el médico.
