18/04/2024
12:54 AM

Saturación de suelos aumentan el riesgo en valle de Sula y el Aguán

Expertos piden que se reactive la Comisión del Valle de Sula para continuar obras, hacer un buen estudio hidrológico, de drenaje y más canales

    Tegucigalpa, Honduras.

    Las altas precipitaciones que se dejarán sentir en Honduras por la llegada de la tormenta tropical Iota generarán abundantes lluvias sobre el país, particularmente sobre la región norte y el litoral atlántico, y eso complicará la precaria situación de la región porque, según geólogos, ya los suelos están sobresaturados.

    “El desastre será mucho mayor. No se busca alarmar, pero la influencia de las lluvias es un peligro para las zonas que fueron dañadas por el paso de Eta, por eso recomendamos evitar las zonas bajas, todas las laderas, las pendientes de montañas, pues hay una debilidad en los suelos”, explicó Nabil Kawas, decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah).

    Los expertos aseguran que están en monitoreo de la trayectoria, pero que lo primordial por ahora es evacuar a la población que radica en estas zonas, puesto que no hay bordes de contención ni Canal Maya, Eta lo llevó y por lo tanto el agua correrá de manera abierta, y esto expone más.

    El experto hídrico Juan Carlos Andino es del criterio que se tiene que poner atención a las correntías que van a la zona del valle de Sula, pues son las aguas que drenan los grandes caudales de los ríos de Honduras y también al Aguán.

    “Hay que poner atención, todo va a parar a la zona del valle de Sula, y la suspensión del agua acarrea también sólidos que al final van a parar aguas abajo, y eso hace un represamiento que no permite que el agua termine de salir. A eso hay que ponerle atención porque con las nuevas correntías cualquier crecida por pequeña que sea va a inundar”, dijo Andino.

    Deslizamientos

    Otro punto a considerar con la llegada de este nuevo fenómeno climatológico son los deslizamientos que pueden poner en aprietos a otras zonas del corredor de occidente donde Eta también dejó huella.

    “Las zonas inestables de los suelos deben también ser considerados, los suelos están saturados y están generando problemas”, explicó Aníbal Godoy, geólogo.


    Este año, Honduras es golpeada y son 16 departamentos los que reportaron afectaciones producto de las lluvias que dejó Eta en el país.
    Y es que en las zonas productoras; por ejemplo, de Santa Bárbara, como en San José de Oriente, en Ilama, se produjeron deslizamientos, derrumbes y deslaves. Esto por dos quebradas, de las cuales una de ellas se salió del cauce, destruyó 30 casas y mató seis personas.

    La zona, explicó Godoy, no puede en este momento ni ser reparada. “Si se mete un tractor hay 200 o 400 metros pendiente arriba que es un peligro”.

    Pero Maynor Ruíz, del Instituto Hondureño de Ciencias de la Tierra (Ihcit), explica que las afectaciones se darán en aquellas que Eta no movió y que se prevé que las zonas próximas a ríos se inunden de nuevo, “prácticamente lo que va a llover no va escurrir”, dijo.

    Por eso pide que debemos adaptarnos a la resiliencia. “Tenemos que adaptarnos a la resiliencia y tener una visión más amplia en el manejo de estos fenómenos”, señaló.

    Activar comisión

    La gestión de riesgo en el valle de Sula es para los geólogos, lo que debe llevar a pensar en una estructura con funcionalidad, ante las lecciones que dejan estas tormentas.

    “Es obligatorio darle continuidad a la Comisión del Valle de Sula, encargada de prevenir y que tiene proyectadas obras que deben continuarse. Hay que hacer un buen estudio hidrológico, de drenaje y más canales, no solo son los bordos, esos hay que levantarlos, pero las soluciones son integrales”, explicó Juan Carlos Andino.

    Iota se teme acentúe aún más la vulnerabilidad en el país y cause mayores daños.
    La vulnerabilidad de Honduras pesa, los suelos saturados exponen más al riesgo y, ante esto, lo primordial es evacuar, no hay otra opción. Los expertos están claros de que se requiere poca agua para que las zonas que han tenido problemas sigan inundándose o provocando deslizamientos. El valle de Sula tiene bordos colapsados.


    “En la parte estructural sin duda que habrá más daños y también en la parte económica, y serán exagerados, no es alarmar; pero lo primordial es salvar vidas, evacuar en este momento”, expresó el geólogo.