La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó por unanimidad y en primera legislatura enmiendas a la Constitución, la que refunda el Estado al denominarlo “revolucionario” y otorga un poder total al presidente Daniel Ortega, y a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, sobre los demás poderes del Estado.
La reforma constitucional, que debe ser aprobada en dos legislaturas para que entre en vigor, y que ha sido duramente criticada por opositores nicaragüenses, Estados Unidos y la OEA, amplía de 5 a 6 años el periodo presidencial, establece la figura de “copresidenta”, que el Ejecutivo “coordinará” los demás poderes del Estado, legaliza la apatridia, y crea la Policía Voluntaria, acusada de ser una fuerza paramilitar.
El sandinista Gustavo Porras, presidente de la Asamblea Nacional, dijo ante el pleno, en Managua, que esa reforma será aprobada en segunda legislatura en enero de 2025.
Para analistas hondureños, expertos constitucionales y la clase política opositora, estos cambios en Nicaragua representan una realidad cercana que el partido Libertad y Refundación (Libre) podría intentar implementar.
Aunque no ven una vía clara para que Libre logre este escenario, temen que lo intente de manera autoritaria. “Aquí es difícil porque necesitan 86 votos (mayoría calificada) para reformar la Constitución, y no los tienen; ni siquiera tienen los 65 votos (mayoría simple) necesarios para aprobar leyes ordinarias, como la Ley de Justicia Tributaria, que solo requiere 65 votos”, explicó el abogado constitucionalista Juan Carlos Barrientos.
No obstante, Barrientos está claro en que, a través de la vía incorrecta, esto podría lograrse, tal como Libre impuso a Luis Redondo en el Congreso Nacional, a la presidenta de la Corte Suprema y consumó el golpe a la Sala de lo Constitucional. “Esto lo harían sin problema”, señaló.
“Libre quiere hacerlo, y siempre encontrarán personal en las instituciones que los apoyen, como encontraron al jefe del Estado Mayor Conjunto, Roosevelt Hernández”, dijo.
Según Barrientos, por la Corte Suprema, el oficialismo podría lograr su objetivo, pero “ellos criticaron tanto lo de Juan Orlando Hernández con la reelección como plataforma de campaña, y no creo que se atrevan a hacer algo que han combatido en teoría”-
La Constituyente es el escenario para hacerlo, aseguró Barrientos; pero la congresista Maribel Espinoza manifestó que “en el Congreso nadie los apoyaría con los votos”.
Los expertos tienen claro el escenario: Libre sí tiene la intención de hacer los cambios implementados en Nicaragua, y describen que las vías para ello serían la Corte Suprema de Justicia, el Congreso Nacional, la Asamblea Nacional Constituyente y el uso de recursos públicos para lograrlo.
“El partido de gobierno (Libre) pretende instalar una dictadura de izquierda conforme a los modelos de Venezuela, Nicaragua y Cuba, tal como ellos mismos lo han expresado. Utilizarán fondos públicos para lograr su objetivo”, analizó Maribel Espinoza, precandidata presidencial del Partido Liberal.
Sin embargo, para que este escenario se materialice en Honduras dependería de otros factores, como que “actúen de conformidad con la Ley la Corte Suprema de Justicia y el Ministerio Público, para que no instalen de manera arbitraria un modelo que no está permitido por la Constitución de la República”.
El analista político Raúl Pineda Alvarado coincidió con los expertos anteriores: lo que sucedió en Nicaragua es una situación probable que Libre podría intentar replicar en Honduras. Sin embargo, no ve un camino legal para lograrlo, por lo que adelantó que esto podría llevarse a cabo mediante un autogolpe.
“El único mecanismo aplicable sería una especie de autogolpe de Estado. No hay manera política, ni legal, ni las condiciones necesarias para que el gobierno lo haga”, explicó Alvarado.
“Con un autogolpe, sí, donde el presidente asuma los poderes de jefe de Estado, disuelva el Congreso y haga lo que quiera, pero basándose en una acción de este tipo”.
El diputado oficialista Marco Eliud Girón desestimó estos señalamientos como falsas advertencias, afirmando que no forman parte de los planes de Libre: “Hace varios meses que están con ese discurso de compararnos con Venezuela, Cuba, Nicaragua, pero nosotros somos Honduras y pensamos como hondureños. Esto solo busca protagonismo porque se ha abierto la campaña política”.
Los alcances de las reformas en Nicaragua
Figura de copresidente: El artículo 133 de la reforma constitucional establece la figura de copresidente, lo que significa que ambas personas, el presidente y el copresidente, compartirían el mismo poder. Además, la reforma establece que, en caso de fallecimiento de uno de los copresidentes, quien sobreviva asumirá la presidencia.
Extensión del período presidencial: El artículo 135 de la Constitución reformada de Nicaragua establece que “el copresidente y la copresidenta ejercerán funciones por un período de seis años”. “Gozarán de inmunidad, conforme a la ley”, con opción de reelección indefinida.
Concentración del poder en el Ejecutivo: El artículo 132 reformado señala que “la presidencia de la República dirige al Gobierno y, como jefatura del Estado, coordina los órganos legislativo, judicial, electoral, de control y fiscalización, regionales y municipales, en cumplimiento de los intereses supremos del pueblo nicaragüense y de lo establecido en la presente Constitución”.
Para Graco Pérez, experto en política internacional, “lo que están haciendo, según ellos, son reformas, pero eso es un cambio al sistema de gobierno para dar la imagen que están actuando con respeto, pero no es así”.
Incluso, el Gobierno de Estados Unidos acusó al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, de maniobrar para consolidar su poder.