Una propiedad de 26.54 manzanas ubicada en la colonia San Miguel Dos, en Comayagua, cercana al Centro Universitario Regional del Centro y rodeado de urbanizaciones es la que el Congreso Nacional ha escogido para construir un complejo penitenciario regional o la la construcción del centro penal, pero no están de acuerdo en que se construya en el terreno que de acuerdo al plan de ordenamiento territorial y sus reglamentos es de uso habitacional y no admite este tipo de proyectos.
“Es contradictorio que mientras Tegucigalpa y San Pedro Sula han luchado para que esto centros de rehabilitación queden ubicados fuera de los centros urbanos y a Comayagua vía decreto le impongan un proyecto al margen del plan del ordenamiento territorial”.
Las fuerzas vivas sugieren que se construya el penal en un predio propiedad del Estado de Honduras, ubicado en la aldea El Taladro a unos cinco kilómetros de la ciudad y donde funcionaba el Centro de Desarrollo Agropecuario y de Capacitación (Cedace). Allí son 54 manzanas, casi el doble del predio que se pretende comprar.
“Al ser una zona habitacional va en contra de un proyecto de esta magnitud que tiene como objetivo la seguridad y comida de los reclusos”, dijo el alcalde Carlos Miranda a LA PRENSA.
Asegura que no quieren ser obstáculo para el proyecto porque encaja con la realidad que se vive en el país, en lo que hay desacuerdo es en la ubicación porque el Estado tiene terrenos para poder hacer ese tipo de construcción.
El alcalde explica que las contradicciones empiezan desde que el Congreso Nacional aprueba la Ley de Ordenamiento Territorial donde se le exige a los municipios planificar su territorio. “Somos el municipio insigne en esto y fuimos los primeros en tener el plano pensando en el crecimiento de Comayagua a 30 años y hoy no se respeta el uso de suelo aprobado en cabidlo abierto”.
El malestar también se debe a que el Congreso Nacional no consultó al pueblo de Comayagua porque conocieron la noticia a través de los medios de comunicación.
“No es justo que un simple decreto nos eche por la borda un trabajo de ordenamiento y recuperación de la ciudad de 15 años”.
Miranda pidió reconsiderar la decisión porque en vez de beneficiar a la ciudad perjudicaría el turismo, el desarrollo, la paz y la tranquilidad. “Al conformar una comisión no queremos confrontar sino buscar una solución que beneficie a todas las partes”.
El presidente de la Cámara de Turismo de Comayagua, Tirzo Zapata, dice que ha sido una sorpresa la imposición del proyecto. “No es una granja penal, sino un complejo, eso nos preocupa porque será construida en el sector sur para donde está creciendo la ciudad”.
Zapata dice que no se ha tomado en cuenta la opinión del pueblo y eso no es justo.
“Una cárcel en ese sitio no conviene como ciudad turística, además hay complejos hoteleros, iglesia, restaurantes, bares cerca de donde se va a construir el complejo”.
La posición del empresariado en el sector es clara: no se oponen a la construcción, pero sí al lugar donde la pretenden edificar. “Las empresas que han invertido en el turismo se verán afectadas porque en conjunto con la alcaldía se ha trabajado para convertir a Comayagua en un sitio turístico colonial y se está logrando”, manifestó Manuel Hernández, presidente de la Cámara de Comercio de Comayagua.
“Nosotros desconocíamos el proyecto, por ello se pidió al ministro de Seguridad -Pompeyo Bonilla- una reunión y allí explicaron que lo expusieron en varios países de Latinoamérica; paradógicamente al único lugar donde no vinieron fue a Comayagua que es donde se pretende realizar la edificación”.
Los empresarios piden a las autoridades que recapaciten, “porque queremos ser reconocidos por una ciudad turística, no como ciudad penitenciaria”. El Estado tiene predios en el sector y no tendría que pagar por ello.
Las voces han surgido de diferentes sectores y los estudiantes del Centro Regional también harán su parte, porque el predio donde se busca construir el complejo está a sólo kilómetro y medio de la universidad.
El director del Curoc, Óscar Meza, dijo que empezarán a recolectar firmas para hacerlas llegar a los titulares de los poderes Ejecutivo y Legislativo.
El tema es conocido por los pobladores que se mantienen a la expectativa. “Los reos son seres humanos también y la cárcel se necesita pero no allí donde quieren hacerla”, dice Pablo Mondragón, un comayagüense que atiende un souvenir en la ciudad.
“Se había propuesto al Congreso construir penal en El Taladro”
El terreno que pretende comprar el Gobierno, según catastro de Comayagua, tiene 26.5 manzanas de extensión, aunque el Congreso Nacional habla de 31 manzanas.
El área de construcción sería en 50,000 metros cuadrados, en un año estaría construida la cárcel con capacidad para 4,450 camas y se destinarían unas 20 manzanas para agricultura.
La empresa encargada de la edificación será Inmsa-Argo, según la información proporcionada a La Prensa. El diputado liberal de comayagua Fabián Discua explicó que hace diez años promueve la construcción de la granja penal en Comayagua y nunca fue escuchado en el pleno.
“Si se hubiese tomado en cuenta la moción o el proyecto de decreto y se construye la granja no hubiera ocurrido el incendio”, dijo.
Indicó que el proyecto especificaba que se construyera la granja en la aldea El Taladro, porque el objetivo es sacar el predio de Comayagua y llevarlo a las afueras.
Discua indica que un banco privado está financiando la construcción de la granja, más el terreno. “Donde vemos el problema es el lugar donde han designado construir el proyecto, es céntrico, y está rodeado por colonias, aldeas y centros educativos”.
Invertir tanto dinero para dejar una bomba de tiempo en pleno centro de la ciudad no es correcto, además el Estado tiene un predio conocido como el Cedace que está subutilizado, agregó.
“El Estado no tiene necesidad de erogar ningún centavo más en estos momentos calamitosos que vive el país, el predio vale 11 millones de dólares con eso se puede construir un hospital regional en Comayagua”.
El parlamentario aclaró que ese predio es inundable, está en un área que no permite esas construcciones y se irrespetaría un plan de desarrollo territorial.
Hay muchas desaveniencias y lo importante era haber socializado la construcción con la población Comayagua, porque ellos se quedarán con el problema.
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