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Pepe Lobo: Enamorado de su Rosa y la política

  • Actualizado: 27 enero 2010 /

No sólo al pueblo hondureño le debe Lobo Sosa el triunfo que ahora lo convertirá en Presidente, sino también a su querida Rosa en quien ha visto “un soporte y una mujer con sentido común”.

No sólo al pueblo hondureño le debe Porfirio Lobo Sosa el triunfo que ahora lo convertirá en el Presidente de Honduras, sino también a su querida Rosa en quien ha visto “un soporte y una mujer con sentido común”.

Rosa Elena Bonilla de Lobo es una capitalina a quien conoció Lobo Sosa cuando era su secretaria siendo él director de la Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal, Cohdefor.

Desde entonces ha sido ese soporte de su hogar y de su carrera política, aunque es hasta ahora después del triunfo cuando su figura se ha hecho más notoria en el ámbito nacional.

Con ella ha visto crecer a los hijos de ambos: Ámbar, Said y Luis Fernando Lobo Bonilla, quienes se llevan muy bien con sus hermanos y hermanas mayores, nacidos de matrimonios anteriores del mandatario.

Una de las luchas de los Lobo Bonilla dentro de la política ha sido abrir espacio para las mujeres, darles mucho más oportunidades en el ámbito político. “Atrás ha quedado el concepto que antes las mujeres sólo servían para servir la taza de café”, comenta Rosa Elena.

Una de las cosas que a Pepe le gusta de Rosa Elena es que es una mujer agradable, prudente, observadora y está en todo. “Vengo tarde nueve o diez de la noche y siempre estamos platicando para buscarle solución a todo, para que nada nos quite el sueño”, dice Lobo.

Experiencias

Lobo ha aprendido mucho de sus campañas políticas, especialmente cuando le tocó perder. Por eso cuando decidió aspirar por segunda vez a la presidencia le dijo a Rosa Elena: “en esta campaña no voy a permitir que nadie me diga cómo actuar cuando vaya en contra de cómo soy”.

También aprendió a llevar las cosas con prudencia, no a confrontar, ni siquiera cuando fue provocado duramente.

En esto lo apoyó mucho Rosa Elena y juntos aprendieron “a escuchar el sentimiento de las personas y qué quieren de nosotros”, dice ella.

Lobo Sosa dice que en cada gira vieron la situación de pobreza que vive la gente, “la injusticia, la delincuencia, los problemas que tienen los niños, el tema de los hospitales, las tragedias de los agricultores que no pueden vender sus productos”.

Lobo Sosa, hombre de 62 años, nacido en el campo, crecido en el campo, productor del campo pero, además es un citadino de primera, político por excelencia, licenciado en administración de empresas, además del español habla inglés, es defensor de los derechos humanos, inclusive en épocas difíciles como la década de los ochenta. De repente le dio por ser presidente y ahora lo ha logrado.

No obstante, a su formación rural, como uno de los mayores productores de granos básicos de Centroamérica, Lobo Sosa cultivó también su intelecto, estudiando bachillerato en ciencias y letras en el instituto San Francisco de la capital y luego la licenciatura en administración de empresas en Coral Gables, Florida, Estados Unidos de América. Además sacó cursos políticos en la universidad Patricio Lumumba de Rusia.

Un gesto

Nació el 22 de diciembre de 1947 en Trujillo, Colón, luego, en su infancia su familia se trasladó hasta Juticalpa, donde su padre Porfirio Lobo, uno de los más grandes agricultores, asentó sus dominios.

Aparte de la política, “Pepe” tiene como oficio agricultor y ganadero, sin recibir beneficios del Estado a través de contratos para obras públicas, excepto una condonación de unos diez millones de lempiras para los afectados del huracán Mitch que dio el gobierno de Carlos Flores.

Sin embargo, en la administración de Ricardo Maduro, cuando ocurrieron los desembolsos, “Pepe”, los rechazó, por ser el presidente del Congreso y por considerar que si bien tuvo pérdidas por esos montos había otra gente que lo necesitaba más.

Y mientras sus tierras continuaban fértiles en Olancho y Colón, “Pepe” no dejaba de cultivar su intelecto, capacitándose en economía, política, derechos humanos, agricultura de conservación, cultivo de granos, organización política y otros.

Su último cargo fue el de la presidencia del Congreso Nacional.

“Pepe” era el candidato a ministro de Seguridad de Ricardo Maduro, pero como en el Congreso no lograban mayoría entre los candidatos a presidirlo, Jorge Carranza y Luis Cosenza, surgió la tercería de Pepe, quien aglutinó a las bancadas.

Pero antes, en el gobierno de Callejas fue gerente de la ahora desaparecida Cohdefor. Entre tanto continúa siendo el gerente de la hacienda “La Empalizada”, en Juticalpa, que habrá que manejar a control remoto al ser el presidente de los hondureños.

Las giras que hizo con su esposa Rosa Elena le mostraron las necesidades del país y por eso denominó a la intención de lograr el poder como “Cambio Ya”, su eslogan, con el que logró convencer al electorado que el país necesitaba un presidente como él.