Ponce Morazán: 'Me robaron la diputación y me montaron un fraude”

Tegucigalpa, Honduras.

Controversial, crítico, polémico, fuerte para decir las cosas, pero un auténtico apasionado del fútbol y el deporte en general.

Así es Orlando Ponce Morazán, uno de los periodistas deportivos más populares del país, que durante los últimos 30 años cultivó una rica trayectoria en radio, televisión e incluso prensa escrita.

En 2013 optó a una diputación por Francisco Morazán, pero dice que intereses y conveniencias políticas le impidieron sentarse en una de las 128 curules de la Cámara Legislativa.

La verdad que sí, mi nombre es Orlando Morazán Ponce, pero en todo Honduras me conocen como Orlando Ponce Morazán, ese es mi nombre artístico. Ya me acostumbre y por eso prefiero que me llamen así: Ponce Morazán.

Nací un 31 de octubre en Danlí, El Paraíso. Con mucho orgullo soy producto de la educación pública. Debo decir que de niño viví situaciones difíciles, pero pese a eso mi alegría era jugar mucho fútbol. Fui delantero, desde ahí ya escuchaba radios capitalinas, no me perdía sus transmisiones deportivas y eso despertó interés en mí hacia la prensa deportiva.

Mucho deporte: aparte del fútbol jugué voleibol, baloncesto y hasta fui seleccionado nacional, también hice ciclismo. De adolescente comencé a trabajar en los medios de comunicación. En 1983 inicié en Radio Sonora que pertenecía al Grupo Audiovideo y, pues, inicié haciendo de todo, hasta ser el jefe de deportes. Luego, salí en 1986, para en 1987 venir a Tegucigalpa.

También hice periodismo escrito, fui reportero y editor de deportes de Diario Tiempo aquí en Tegucigalpa, por 10 años. Me gustan los tres géneros, pero creo que un poco más la radio y televisión. El más difícil de todos es el escrito, es esclavizante y por eso admiro mucho a quienes se dedican a escribir.

Es cierto, es algo que yo nunca he negado. Desde niño he sido seguidor de Motagua, lo que pasa que yo como cronista tengo que narrar con la misma intensidad los goles de Olimpia, Marathón o Real España.

Fue el 6 de septiembre de 2013, el gol de Carlo Costly en el estadio Azteca me transformó, ese ha sido el que más he gritado, la emoción que sentí es incomparable.

Estaban Tomás Boy y otros colegas de México transmitiendo, pero cuando llegó el gol de Costly yo grité tan fuerte que me llevé de encuentro sus transmisiones.

Eso depende de cada momento, pero creo que en los últimos 20 años y sin discusión ha sido Carlos Pavón. Le daré el orden según lo que yo creo, a Carlos Pavón le sigue David Suazo y después Carlo Costly.

De los nacionales creo que el mejor de ellos ha sido Chelato (José de la Paz Herrera Uclés), sus selecciones siempre tuvieron un sello particular, un fúbol vistoso y práctico. De los extranjeros en la selección fue Reinaldo Rueda. A nivel de clubes creo que el mejor ha sido Primi (Ramón Enrique Maradiaga) en Motagua, su juego era explosivo.

A él lo contrataron por el quinto lugar que tuvo con Costa Rica en el Mundial 2014. Pinto no era para Honduras ni Honduras era para Pinto. Yo no lo descalifico, lo que pasa es que el grupo de jugadores no es bueno.

Tengo muchas reservas, Honduras ha perdido muchos puntos de local y eso es por jugar en las tardes y no en las noches. Yo a lo que aspiro es lograr conseguir el repechaje contra Asia.

El Estadio Olímpico es donde los jugadores dicen que se sienten mejor, la mayoría de partidos deben jugarse en San Pedro Sula, pero tampoco se debe descartar el Nacional, creo que se le pueden dar algunos partidos eliminatorios.

Llegué a la empresa en 1994, me recomendaron Chelato Uclés y Salvador Nasralla. La verdad que ha sido una experiencia muy buena, he estado como narrador en todos lo eventos importantes que hemos transmitido.

Yo los respeto a todos, sean periodistas o no. Yo doy mis aportes y escucho lo que digan los demás, independientemente sean periodistas o sean exfutbolistas.

Con Nahúm fue porque discrepamos por el apoyo que le dio la Fenafuth a la Selección que fue al Mundial Brasil 2014.

Ya con Salinas fue algo diferente porque él es un sicario de medios, a él le pagaron 10,000 lempiras para hacerme daño.

Surgió en 2009, por la crisis que generó el golpe de Estado. Con esa frase yo quería decir que el país necesitaba un ‘‘pacto de unidad nacional’’.

Estudié magisterio y luego Ciencias Sociales en la Escuela Superior del Profesorado (ahora Upnfm), pero también fui militar, me reclutaron forzosamente y me escapé tres veces. Al final cumplí mi plaza, pero me retiré para trabajar en medios. Lástima que no seguí, pues habría llegado lejos en las Fuerzas Armadas.

Yo obtuve la diputación, pero me la robaron instituciones ligadas con el proceso. Me montaron un fraude. La verdad que la política me dejó devastado económicamente.

Muy mal porque allí no hay presupuesto. La decepción fue enorme porque no hay fondos para hacer proyectos. Todo lo que yo hice fue a través de mis gestiones con amigos empresarios y alcaldes. Con mi dinero pagué combustible, hoteles y hasta comida de algunos motoristas.

Yo soy un hombre de familia, siempre estoy al pendiente de mi madre y mis hermanas. También paso al tanto de mis hijos, los amo.

La gente se confunde, pero eso no es así. Yo tengo muchas amigas y como me ven con ellas piensan otra cosa. Tengo más amigas que amigos.

Son producto de la corrupción que se desprendió de la Fifa hacia muchas federaciones y confederaciones. Esto debe servir para que los directivos actúen con transparencia. Me quedé perplejo que involucraran a Alfredo Hawit y Callejas, pues los veía con una carrera ascendente en Fifa.