En presencia de unos cinco mil feligreses, monseñor Ángel Garachana, obispo de la Diócesis de San Pedro Sula, celebró anoche con una misa en la catedral el 263 aniversario de la Virgen de Suyapa y sus quince años de obispado.
Monseñor se dirigió a toda la comunidad con un mensaje de unión, paz y esperanza, en el cual recalcó que “todos los hondureños somos hermanos y no hay por qué estar divididos.
No podemos permanecer separados y cerrados por una situación política, porque todos somos hermanos.
La Virgen de Suyapa como madre de todos los hondureños nos invita a reconciliarnos y a expresar el amor que le tenemos a Jesús. Ella como madre sufre al ver dividido a su pueblo.
Todos los que nos llamamos cristianos no podemos decir: yo no te acepto como mi hermano porque no sigues a mi equipo de fútbol o a mi partido político. Eso es ser egoísta y Jesús nos invita a amarnos como hermanos, expresó Garachana en la emotiva homilía.
Los desposeídos
El obispo tampoco se olvidó de los más desposeídos. Según monseñor, “éstos son la cara de Cristo y muchos gobiernos anteriores los han dejado a un lado.
“Una de las características de nuestra madre -la Virgen- es que nos reúne como hermanos y nos hace comunidad”, indicó Garachana.