El asesinato en Venezuela de Wílber Varela, alias 'Jabón', pone fin a la era de los tres grandes carteles del narcotráfico en Colombia, cuyo lugar fue tomado por pequeñas organizaciones difíciles de detectar por su gran cantidad y bajo perfil.
Varela, ultimado el miércoles en Venezuela, era el jefe del cártel de Norte del Valle, surgido a comienzos de los noventa y que desde 2004 vio caer presos a sus principales capos, entre los cuales Diego Montoya, Juan Carlos Ramírez, Jesús Henao y Luis Eduardo Gómez.
'No existe un segundo a bordo definitivo' que pueda reemplazar a 'Jabón', por quien Estados Unidos ofrecía cinco millones de dólares, señaló este viernes el escritor colombiano Gustavo Alvarez, investigador del narcotráfico.
'Desaparecido del esquema Montoya, apresado también Macaco, Carlos Mario Jiménez y muerto Varela, el vacío es bastante grande', agregó.
El cártel de Norte del Valle nació como una disidencia del cártel de Cali, desarticulado a mediados de los noventa tras la captura de sus máximos líderes, los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, presos en Estados Unidos.
Previamente, en diciembre 1993, fue abatido el mítico Pablo Escobar, jefe del cártel de Medellín, la primera gran organización que tuvo el narcotráfico en Colombia.
'Estimamos que, la muerte de Varela, debe impactar muy fuertemente a las organizaciones delictivas colombianas y continentales', dijo este viernes el director de la policía, general Oscar Naranjo, que persiguió durante años al capo.
A su vez Fabio Cardozo, consejero de paz de Cali, capital del departamento de Valle, indicó que con 'Jabón' 'ha muerto el hombre más influyente de las drogas en el país'
Naranjo sostiene que las autoridades enfrentan actualmente a una generación de narcotraficantes sin estructura de cartel, que no posee mandos definidos ni ejerce control territorial.
Según el oficial, esos capos son de bajo perfil, mantienen alianzas transnacionales y conocen bien el mundo de las finanzas, a través del cual evaden a la justicia.
Las autoridades también sostienen que la nueva generación del narcotráfico tiene estrechos vínculos con las guerrillas izquierdistas y paramilitares que emergieron tras el desarme del grueso de las 'autodefensas' de ultraderecha.
Entre esos mafiosos se menciona a Omar García, 'Capachivo'; Gildardo Rodríguez, 'El señor de la camisa roja', y Jorge Iván Urdinola, 'La Iguana' .
García es considerado el hombre con mayor ascendiente entre el ejército privado del cártel de Norte del Valle, y Rodríguez el principal enlace de esa red con las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc.
Por su parte Urdinola, descendiente de una familia vinculada al narcotráfico hace varias décadas, controla el trasiego de cocaina a través del puerto de Buenaventura, el principal de Colombia sobre el Pacífico.
