26/04/2024
11:57 AM

Emprendedor elabora vinos con la receta de su madre

La idea de Manuel Nolasco es producir a mayor escala para exportar a Estados Unidos y Europa.

San Pedro Sula, Honduras.

Hace unos seis años Manuel Nolasco comenzó a preparar vino de flor de jamaica con una receta que le compartió su madre; ahora, con esa receta casera incursiona con buen suceso como emprendedor.

Nolasco ha incluido otras frutas para crear más productos que le han ayudado a sobresalir y formar parte de los emprendedores que todos los sábados exponen sus productos en un salón de la Cámara de Comercio.

“Es un producto hondureño, artesanal, y desde hace un año incrementamos el catálogo con otros sabores como fresa, ciruela y uva negra”, señala.

Explica que se trata de vinos tropicales de frutas fermentadas que no embriagan, elaborados con una técnica bien sencilla, pero que cumplen con estándares de calidad.

Vinos Doña Esperanza es una microempresa familiar nacida en San Pedro Sula, que le ha permitido a la familia Nolasco generar ingresos.

Manuel se desempeñó como gerente en varios restaurantes, lo que le permitió conocer el ambiente gastronómico y comercial para emprender un negocio propio.

“Mi madre Francisca de Nolasco, me dio la receta para elaborar el vino de flor de jamaica y con esa idea inicie mi proyecto”, precisa.

Actualmente elabora los vinos en su hogar, pero espera contar con un establecimiento donde además pueda ofrecerlos, e incrementar las ventas.

Asegura que sus productos han llegado a Bacerlona y Valencia, en España; Montreal, Canadá; New York, Miami, y Minesota en los Estados Unidos, por personas que luego de probar los vinos les han llevado a sus familiares y amigos.

El precio de una botella de vino anda en unos 15 dólares para quienes vienen del extranjero, y entre 100 y 200 lempiras para los hondureños.

“Con mi familia tenemos la visión de distribuirlo en Honduras y luego para la exportación porque son vinos de muy buena calidad que son elaborados por manos netamente catrachas”.

Nolasco ofrece sus productos los sábados en el bazar junto a unos 200 microempresarios que ofertan calzado, bisutería, panadería, entre otros productos.