La dirigencia magisterial y el Gobierno rompieron ayer el diálogo.
Para este día se había pactado una segunda reunión entre ambas partes para debatir el tema de la falta de pago de unos cinco mil maestros a quienes se les adeuda 141 millones de lempiras.
Los profesores habían demandado que para este día el Gobierno propusiera una fecha para hacer el desembolso y la cancelación de esos dineros.
A cambio ellos se comprometieron, en un pacto de caballeros (sin firma), a mantener “las aulas abiertas”. Sin embargo, el Gobierno, a través de Marlon Escoto, ministro de Educación, exigió que antes de continuar con el diálogo los maestros pusieran por escrito ese compromiso de mantener abiertas las aulas hasta el 21 de diciembre. La dirigencia magisterial reaccionó de manera casi inmediata y se expresó “sorprendida” por la condicionalidad del gobierno y dijo que no firmará ese documento, con lo que se da por roto el diálogo. “Lo que se evidencia es que el gobierno no quiere buscar una solución a la problemática, no tienen dinero para pagarnos, no quieren cancelar la deuda”, dijo Edgardo Casaña, presidente del Coprumh.
La dirigencia magisterial definió ayer firmar una nota en la que piden de manera formal al presidente Porfirio Lobo dialogar de manera directa con ellos y destituir a Escoto.
Ellos consideran que el ministro se ha convertido en el principal propulsor para obstaculizar el diálogo. Patricia Gómez, vicepresidenta del Colpedagogosh, condenó la actitud del Gobierno, porque “la Federación del Magisterio hemos demostrado la voluntad de resolver mediante el diálogo...
Lo que ellos están provocando es una serie de desacuerdos y una serie de contradicciones para desviar la atención del pueblo”.
Los profesores y el Gobierno se sentaron a la mesa de diálogo con la mediación de Daniel Durón, secretario general de la CGT (Central General de Trabajadores), diálogo al que asistieron la Secretaría de Derechos Humanos y Unicef.
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