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Desesperados se encuentran los vecinos de la aldea Santiago, Pimienta, porque han perdido sus fuentes de trabajo. Las inundaciones de hace dos meses en las plantaciones de banano no permitieron la cosecha.
Los afectados directos son 400 campesinos que trabajaban en las fincas bananeras independientes de Santiago.
El poblador Rosendo Dubón dijo que la aldea está pasando por una situación nunca antes vista. “Ésta ha sido una zona de trabajo por las fincas, pero esto ha quedado destruido.
Los negocios de la comunidad también han tenido grandes pérdidas, porque si no hay trabajos entonces no hay clientes ni en las pulperías, porque las persona no tienen dinero para comer”, lamentó Dubón.
Casi todos los pobladores de Santiago se dedicaban a las labores en las fincas.
Miguelina Escobar, ex empleada de la finca La Esperanza, dijo que desde hace dos meses quedaron fuera de sus trabajos porque las plantaciones de banano se perdieron por las lluvias.
“Estamos haciendo cualquier cosa para poder darles alimentos a nuestras familias. Esperamos que la situación mejore porque somos cientos de personas las desempleados y la situación cada día se pone más dificil”, agregó Escobar.
El capataz de la finca La Esperanza, Arnulfo Carranza, aseveró que “sólo en esta finca están desempleadas 140 personas. Se hacen contratación de personas por días, para sacar el producto obsoleto que quedó de las inundaciones”.
Los bananos rescatables lo están empacando para comercializarlo en el mercado nacional, porque no reúne los requisitos para la exportación.
“Desde el huracán Mitch no se había visto este tipo de pérdidas; sin embargo, ahora la situación es peor porque los productos de la canasta básica están demasiado altos y la mayoría de los trabajadores tienen hijos de pan en mano”, lamentó Carranza.
A la aldea de Santiago llegaban trabajadores de Villanueva y San Manuel, que siempre se han dedicado al cultivo de bananos.
El administrador de la finca La Esperanza, Porfirio Betancourt, lamenta que sean muchas las personas que se han quedado sin sus empleos, por las pérdidas en la producción de bananos.
“Por 120 hectáreas de cultivo se perdieron casi siete millones de lempiras. Esperamos que el Gobierno dé fondos para que las fincas se puedan rehabilitar y que los pobladores recuperen sus empleos”, agregó Betancourt.
En San Manuel hay tres fincas, por lo que las pérdidas pueden ascender a más de 20 millones de lempiras.